Honor a Emilio Herasme Peña

Honor a Emilio Herasme Peña

  Este año, 2013, el Premio Nacional de Periodismo hace justicia al reconocer los méritos de alguien que ha sido cronista y a la vez protagonista. Emilio Herasme Peña  ha ejercido el periodismo más como causa social que como profesión lucrativa. Ha sido un militante valiente en la búsqueda y difusión de la verdad, y actor de primera línea en importantes capítulos de nuestra historia, como la lucha antitrujillista en la transición hacia la democracia, la guerra de abril de 1965 y en la defensa de la libertad de expresión y difusión del pensamiento. Sus 50 años en el ejercicio periodístico atesoran una rica experiencia profesional.

 Emilín, como cariñosamente le llaman sus amigos y allegados,  es parte de una familia de prestigiosos comunicadores sociales nacidos en Neyba. Ha sido un militante incansable en las luchas sociales del país, con participación destacada en el ámbito sindical. Fue presidente  del SNPP (ahora Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa) y del CDP,    Fue director del Listín Diario y antes había dirigido Noti-Tiempo, de Radio Comercial. Fue senador y es autor de los documentales  La raza inmortal: 50 años después, El complot olvidado: La conspiración de los sargentos, La 40: Peor que el infierno,  Año 1960: Violencia y crimen, La rebelión de los pilotos: la gesta ignorada, Días irrepetibles: Noviembre de 1961- enero de 1962 y   Coronel Lora Fernández ¡Nuestro titán de Abril! Nuestros parabienes para el amigo Emilín.

Por un asueto sin traumas

El asueto por la Semana Santa moviliza a mucha gente en vehículos de motor por las carreteras del país. El viaje de ida tiene como meta el disfrute en playas, balnearios y campos. La fórmula ideal para alcanzar esa meta es mantener la prudencia en las carreteras y en los sitios a visitar. Y el complemento del disfrute debe ser un retorno al hogar sin los traumas que se derivan de los percances y tragedias.

El mismo asueto deja también a mucha gente en sus hogares, que prefieren disfrutar de la  tranquilidad. El viaje de los demás no debería ser un elemento de preocupación para los que se quedan en casa. Y la manera de lograrlo es que los viajeros conserven en todo momento la cordura, manejando a la defensiva, evitando los excesos de cualquier naturaleza y rehuyendo al consumo excesivo de alcohol. Llegar al lugar de destino y retornar sanos y salvos debe ser un compromiso para todos.

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