En la Iglesia Nuestra Señora de La Altagracia se realizaron ayer cuatro misas presenciales para conmemorar el Día de la Virgen de La Altagracia, considerada protectora del pueblo dominicano.

Las misas cumplieron con las previsiones contra la covid-19. Aunque cada 21 de enero los santuarios y sus alrededores se abarrotaban de feligreses que llevaban ante la virgen peticiones y agradecimientos, este año la presencia de fieles fue muy fría.

Sin embargo, las decenas de creyentes que desafiaron el virus y fueron a la Catedral Primada de América, que está ubicada en la Ciudad Colonial, se encontraron con la seguridad de la iglesia que permitió pasar a unos pocos, por el protocolo anticovid, mientras otros tuvieron que conformase con adorar a Dios y a la virgen desde el frente de la arquidiócesis.

“Nos quedamos afuera por segundos”, dijo el señor Vladimir Peláez, quien andaba con su esposa.

En seguida agregó que “ni la pandemia nos hizo parar el hábito que tenemos de siempre visitar la iglesia los días de La Altagracia y gracias a Dios estamos aquí pidiéndole a Dios por los que están enfermos para que salgan de su enfermedad. Hay que darle mucha gracias a Dios”, dijo.

Eran las diez de la mañana y la señora Guillermina Olivero decidió esperar a la misa del mediodía, quería venerar la virgen desde el santo templo, mientras coreaba uno de los cánticos que el coro de la iglesia interpretaba.

Olivero manifestó que siempre hay algo que pedirle a la virgen y añadió que “es importante darle gracias por todo lo que nos pasa, sobre todo, por estar vivos”.

De su lado, la señora Acasia Reyes indicó que se sentía triste porque el Día de la Virgen no se celebró ayer como se conmemora todos los años, pero dijo que “me siento agradecida porque me encuentro aquí en su casa”. Reyes también esperó hasta el mediodía para venerar a la virgen desde dentro del santuario.

Las principales celebraciones del Día de la Virgen de La Altagracia se realizan en la Basílica Catedral de Nuestra Señora de la Altagracia. En años anteriores en este santuario se congregaban miles de feligreses de distintas provincias que hacían promesas, peticiones y agradecimientos a la virgen. También a una de las misas que se celebraban en la Basílica de Higüey para honrar a la virgen, asistían el presidente de la República y parte de su gabinete.