Ho’Oponopono; la felicidad en cuatro palabras

Ho’Oponopono; la felicidad en cuatro palabras

«Los problemas significativos que tenemos no se pueden resolver en el mismo nivel de pensamiento en el que los creamos.»

Albert Einstein

Este fin de semana, un amigo muy querido me preguntó cómo usar el Ho’Oponopono, una vía para resolver los problemas utilizado en las antiguas tribus hawaianas, de la tradición Huna. Ho’oponopono se puede traducir como «enderezar lo torcido», «corregir un error» o «hacer lo correcto”, y es un camino ancestral para volver al estado original de amor y unión.

Esta es la respuesta a mi amigo, que espero sea útil también para ti. La técnica propuesta, para limpiar las memorias que nos hacen sufrir, nos lleva a asumir el 100% de la responsabilidad de todo aquello que nos incomoda. Occidente la conoció por vía del Dr. Ihaleakala Hew Len, quien aportó valiosa documentación acerca de las herramientas que Ho’Oponopono brinda.

Para este método de sanación, los problemas que enfrentamos son reflejos de memorias subconscientes. El inconveniente no se trata de la persona, situación o tema involucrados, sino de los pensamientos que tenemos acerca de lo que nos ocurre. La traba se repetirá hasta que nos hagamos responsables de ser la fuente que le da origen.

Un sabio proverbio chino dice que antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, debemos dar tres vueltas por nuestra propia casa. Con frecuencia, no logramos comprender lo que nos ocurre. La frustración que experimentamos nos convence de que “el problema está en el otro”, y si este cambiara nuestro sufrimiento acabaría.

Muchas personas gastan una gran cantidad de energía intentando que “lo que es”, sea diferente a como se presenta. Otras veces, si el problema es muy doloroso prefieren mantener una distancia que les haga sentir ilusoriamente seguros.

El Ho’Oponopono utiliza siete principios del chamanismo hawaiano:

Ike (Primer Principio): «El mundo es lo que creemos que es».

Kala (Segundo Principio): «Los límites no existen».

Makia (Tercer Principio): «La energía fluye hacia donde va la atención».

Manawa (Cuarto Principio): «Ahora es el momento de poder».

Aloha (Quinto Principio): «Amar es estar feliz con alguien o algo».

Mana (Sexto Principio): «Todo el poder proviene de nuestro interior».

Pono (Séptimo Principio): «La eficacia es la medida de la verdad».

Ho’Oponopono propone 4 maravillosas palabras gatillo para sintonizar la felicidad: lo siento, perdóname, gracias, te amo. ¿Tan sencillo? Sí, es así de simple. Sé que posiblemente el ego intentará persuadirte de que si fuera tan fácil curarnos con el solo hecho de pronunciar esta secuencia de palabras, ¡todos lo lograrían! No pretendo que me creas, pero me gustaría que lo pruebes.

La escritora de origen colombiano Vivi Cervera revela los secretos hawaianos en el libro “4 Palabras que curan”. La autora afirma que los 4 vocablos pueden ser combinados con cualquier procedimiento o tratamiento que estemos tomando, ya que el amor es la única medicina que no tiene contraindicaciones.

Si te interesa ampliar la información, te recomiendo leer el libro de Vivi. Mientras, veamos las 4 palabras con un poco más de detalle.

Lo siento (Responsabilidad)

La travesía que cada uno de nosotros realiza es única, sagrada e irrepetible. La maduración depende del modo en que integramos las experiencias del viaje y la valoración que le otorgamos.

El único modo en que podemos cambiar nuestros efectos, es asumiendo la responsabilidad de la realidad que consciente o inconscientemente hemos creado. Al decir lo siento nos hacemos responsables de nuestras vidas al 100% y damos inicio al proceso de sanación de la mente dual, que es la causa del sufrimiento.

Perdóname (Arrepentimiento)

Si yo lo he creído, yo lo he creado. Todas las creaciones surgen de una matriz (plantilla). Las matrices de dolor pueden ser eliminadas. Al pedir perdón, hacemos una petición a la Divina Inteligencia para que transmute nuestras memorias en vacío.

El flujo descendente de esta petición está destinado a la mente subconsciente, que gentilmente pone en movimiento las evocaciones para su transmutación. Luego, la petición sube a la mente súper consciente para que examine la solicitud. Ya que, el Yo Superior, o mente súper consciente, está ligada a la Divina Providencia, la petición es encaminada hacia arriba para su revisión final.

Te amo (Transmutación)

Hay gente que confunde “ser feliz” con evitar el dolor y termina paralizada. En lugar de ver la vida como una aventura, la deforma para convertirla en una amenaza. De este modo, el “error” se vive como “terror”. El miedo a la equivocación nos separa de lo que en verdad deseamos, generándonos mucha culpa.

Si el amor no puede expresarse nos dividimos y enfermamos. El Ho’Oponopono libera las culpas, dejando el camino despejado para ir mas allá del dolor. Tras analizar la solicitud enviada hacia arriba por la mente súper consciente, la Divina Inteligencia manda energía de transmutación hacia la mente consciente, y de allí fluye hacia la mente subconsciente para neutralizar las memorias dolorosas.

La única realidad es el amor. El amor ocupa el espacio vacío que dejó la energía neutralizada y liberada. Solo el amor reúne lo que antes estuvo separado. El amor sana. Al decir “te amo” se genera la activación de las ondas de sanación que logran la apertura del corazón y ¡la felicidad llega!

Gracias (Bendición)

Todo el proceso de sanación puede resumirse en la palabra gratitud. El agradecimiento llega al creer que: 1-Hay una sustancia inteligente, de la cual proceden todas las cosas, 2- Esta sustancia provee todo lo que deseamos y 3- Nos relacionamos con ella por medio de un profundo y sincero sentimiento de gratitud.

Cuando agradecemos, experimentamos sentimientos de plenitud, gozo, alegría, creatividad y amor. Un corazón agradecido nos acerca a la fuente de donde proviene TODO. La gratitud que expresamos libera una enorme cantidad de fuerza que acompaña a nuestros deseos hasta su materialización.

El agradecimiento es el secreto para abrir las puertas del Universo. Si nuestra gratitud es fuerte y constante, la respuesta del Universo será fuerte y constante. El poder sin gratitud se pierde fácilmente, porque es la gratitud la que nos mantiene conectados con la fuerza. Cuando el alma experimenta dolor, podemos decir silenciosamente: «Queridas memorias, yo las amo, les agradezco la oportunidad de liberar todo de ustedes y de mí.»

Expresar gratitud es una evidencia de la confianza que tenemos en que todo será resuelto, para el mayor bien de todos los involucrados. La mente agradecida recibe y se enfoca siempre en lo mejor. La gratitud libera energía, poder y autoridad. Quizás, esta sea la razón por la que la escritora estadounidense Maya Angelou recomienda: “Que la gratitud sea la almohada a la hora de recostarte”.

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