Hora de cambiar esquemas

Hora de cambiar esquemas

Los legisladores tienen privilegios irritantes. Se les otorga  cada año de ejercicio dos exoneraciones abiertas para importar los vehículos de su preferencia. Como en su caso no se aplica el carácter  intransferible del vehículo, los legisladores pueden venderlos al mejor postor, haciendo un lucrativo negocio. Este esquema priva al fisco de ingresos importantes: los correspondientes a la importación del vehículo y los del Itebis por su transferencia.

Como si esto fuera poco, los legisladores tienen la irritante facultad de poder legislar en beneficio propio. Ellos se aumentan cuando quieren sus sueldos, viáticos y otros beneficios económicos. Disfrutan de asignaciones extras como el “barrilito” y otras para “cubrir” gastos de distintas índoles. Y no hay mucho rigor, que digamos, para exigir puntualidad en asistencia a las sesiones o entrega de informes.

 En otras palabras, el esquema facilita que los legisladores vayan al Congreso para servirse, no para servirle al país, a sus respectivas comunidades. El país ha hecho sustanciales modificaciones en su esquema institucional, como puede apreciarse en la Constitución vigente, pero ha dejado intactos privilegios irritantes como los que en esta oportunidad ocupan nuestra atención. La modernización de un Estado debe ser un proceso integral, sin dejar intactas islas que de ningún modo pueden ser justificadas.

Gas natural como prioridad

  Con el petróleo cada vez más caro y empujando constantemente al alza los precios locales de los combustibles, el Gobierno ha dispuesto que se acelere el proceso de adopción del gas natural como sustituto de derivados del crudo. Las instrucciones del Presidente apuntan, sin lugar a dudas, a destrabar la burocracia que ha hecho lenta una parte de los trámites de expedición de permisos para instalación de estaciones de expendio.

El otro nudo a resolver obedece a causas recíprocas.  La demanda actual de gas natural vehicular no estimula la inversión en instalación masiva de  plantas de expendio a nivel nacional  y a su vez,  la escasez de éstas desestimula en gran medida la conversión de vehículos. Otro factor es el alto costo de los equipos de conversión y la indefinición en cuanto a vías de financiación. En todos esos aspectos hay que trabajar para que el uso del gas sea pronto la solución.

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