Hora de legislar para el país

Hora de legislar para el país

Por mucho tiempo, los partidos y sus líderes han manejado a su conveniencia particular los asuntos institucionales. Han modificado leyes -y en especial la Constitución- para satisfacer sus apetencias particulares, sin reparar en los perjuicios que esto acarrea para el país. Las elecciones del 15 de mayo han sido ricas en trastornos derivados, principalmente, de la falta de una ley de partidos y una electoral que respondan con idoneidad a las necesidades de la institucionalidad del país, no a los intereses y ambiciones de grupos.
En este contexto, grupos sociales como la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), preocupados por la salud institucional, demandan que los congresistas se aboquen a aprobar el proyecto de ley de partidos presentado por la Junta Central Electoral (JCE) y que descarten las propuestas presentadas por ellos, que están acomodadas a intereses que no son esencialmente los de la nación. Es necesario que los partidos renuncien a su vocación de hacer trajes a la medida de sus apetencias y causas.
Los incidentes de estas elecciones tienen que ser lección para asumir actitudes comprometidas con el interés nacional y respetuosas de prerrogativas como la democracia interna de los partidos y otras que al ser vulneradas en la etapa pre electoral, condujeron a estos trastornos. Es mandatorio que se legisle por y para el país.

Salvajismo extremo

El lanzamiento de una bomba contra una estancia infantil en el sector San José de Villa, de Nagua, es un acto de salvajismo que debe ser perseguido y castigado sin la menor contemplación. Quienes atentan de esa manera contra la vulnerabilidad de niños que vivieron momentos de pánico por el estallido, tienen que ser tratados con la misma severidad en que incurren para expresar descontento por resultados electorales.
La atrocidad citada parece obra del mismo grupo que en Valverde, durante una protesta semejante a la de Nagua, sería el causante de la muerte por herida de bala del gerente de una empresa de zona franca. El uso de armas y explosivos en manifestaciones que deben ser pacíficas, responde a un estilo que atenta contra la integridad y la paz de la sociedad, y como tal debe ser castigado.

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