Hora de reflexión colectiva y sincera

Hora de reflexión colectiva y sincera

En momentos especiales como Semana Santa, Navidad, Año Nuevo o previo a las elecciones, normalmente se invitar a reflexionar. Finalizado el largo proceso electoral que para muchos se convirtió  hasta cierto punto en traumatizante, debe iniciarse el verdadero período de reflexión colectiva, profunda y sincera.  Esta invitación  ahora que se inicia un largo período en que no tendremos campañas políticas de por medio,  no va dirigida  únicamente al pueblo o la ciudadanía consciente, sino en especial a todas las instituciones que conforman la nación: Las  del Estado,  el gobierno, los partidos políticos oficialistas y de oposición, así como todas las organizaciones de la sociedad civil.

Hay que reflexionar fría y conscientemente,  porque no habrá verdadera institucionalidad nacional mientras cada una de las que la integran la logren. No podemos continuar por la eternidad viendo las pajas en los ojos ajenos y acusándolos de los causantes de todos los males, sin revisar las que cada una tiene. Es hora de sinceridad para reconocer y corregir.

Debe reflexionar  el gobierno, su partido, el Presidente Fernández  y mucho más  Danilo Medina que asumirá en agosto próximo, porque a pesar de que los resultados le dieron una votación que les permitirá gobernar, no pueden pasar por alto que una parte importante de la ciudadanía les dio  señales claras e inequívocas de que está insatisfecha, molesta e indignada por todas las cosas que desde este espacio como otros hemos venido señalando a través del tiempo.

El Partido Revolucionario Dominicano sobre todo, está en el deber de reflexionar de forma analítica y despojado de pasiones su futuro inmediato, porque a pesar de las diabluras que se cometieron o se denuncian haber sido objeto, debió advertir que guerra avisada no mata soldados, que no se puede tropezar siempre con las mismas piedras,  ni convertirse en maquinarias destructoras de sí mismos.

Como partido dio una  demostración increíble de entusiasmo y fortaleza. Su gente del pueblo y de su base hizo lo que podía hacer. Una gran parte de su dirigencia realizó el trabajo, pero con sinceridad y sin buscar las pajas en los ojos ajenos, tienen que revisarse   los suyos propios.

El PRD desde hace tiempo dejó de ser propiedad de los perredeístas, convirtiéndose en propiedad colectiva de quienes  tienen el derecho de contar con un partido que le sirva de garantía de equilibrio democrático, por lo que como tarea de reflexión, deberían  pensar que en la necesidad de realizar una prueba colectiva de ADN para determinar su propia identidad,  o por lo menos provocar una tipificación sanguínea y determinar si las sangres que ha venido recibiendo son compatibles con la organización.

Todas las demás organizaciones de la sociedad civil,  incluyendo las religiosas, empresariales y  medios de comunicación deben  adentrarse igualmente en  procesos de reflexión y determinar si se mantienen dentro de los parámetros que la razón, la prudencia y la equidad aconsejan. No es tiempo de cantar ni de llorar. La sociedad los necesita  ahora más que nunca.

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