Hora de reflexionar

Hora de reflexionar

Hoy y mañana los hospitales de Salud Pública y el Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) estarán afectados por la enésima huelga convocada por el Colegio Médico Dominicano (CMD).

Nuevamente, el colegio médico se acoge al derecho a la protesta y esta vez, como en otras tantas oportunidades, la paralización es para demandar aumento salarial, mejoramiento de los servicios hospitalarios y que sea solucionada la situación que afecta al Seguro Social.

Pero además de acogerse al llamado de la organización que los agrupa, los médicos tienen derecho a reflexionar sobre los resultados derivados de sus tantas luchas, que se han diluido en el círculo vicioso de los paros laborales.

El CMD podría ufanarse de haber paralizado los hospitales cuantas veces se le ha antojado y dejar sin asistencia médica a los más necesitados cuantas veces ha recurrido a la huelga.

Sin embargo, difícilmente el gremio pueda exhibir grandes logros derivados de las paralizaciones de labores. Los sueldos de los médicos continúan siendo bajos y las condiciones de los hospitales y sus servicios realmente no han mejorado tanto como se aspiraría después de tantas luchas.

–II–

Por lo tanto, por los pobres beneficios derivados de las huelgas, que sí han provocado enormes perjuicios para los más necesitados, se impone que los afiliados del CMD se entreguen a una reflexión que les permita buscar medios más efectivos que la huelga para impulsar sus demandas.

Se ha visto que a pesar de la importancia del papel que juegan los médicos que trabajan para el Estado, las huelgas jamás han logrado malear la voluntad oficial cada vez que, como ahora, ésta les ha negado un aumento salarial privilegiado.

No hay duda de que los médicos, por sus valiosos servicios a la comunidad, merecen devengar salarios más dignos, sin pretender, desde luego, más que lo que se puede en base a las circunstancias del país. Sin embargo, la vía mediante la cual han pretendido lograrlo durante mucho tiempo no ha dado los resultados aspirados.

No puede ser que un gremio como el de los médicos se pase la vida recurriendo a métodos de lucha que no dan los resultados esperados y que, en cambio, le dejan mal parado ante la sociedad a que debe servir. ¿Acaso es hora de sustituir el manido procedimiento de las huelgas?

Terror en las vías

Los registros de la Policía Nacional dan cuenta de que un promedio de cuatro personas mueren semanalmente en accidentes en los que han intervenido vehículos pesados, como camiones o patanas.

Este índice es demasiado alto si se toma en cuenta que el número de vehículos pesados en las carreteras es sustancialmente inferior al de máquinas consideradas livianas, como automóviles, yipetas y minibuses.

Siempre se ha dicho que los conductores de vehículos pesados, del tipo señalado anteriormente, deben reunir características muy particulares, y parece que la temeridad está entre las principales.

Las autoridades de tránsito tienen, pues, una tarea por delante, porque hay que disminuir este índice luctuoso.

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