Hora de revisión

Hora de revisión

Señor director:

Tras la derrota del pasado 16 del cursante, los partidos no deben comenzar una rebatiña en busca de posibles o reales culpables.

A pesar de todo lo que se dice de ellos son el soporte de la democracia y su vigencia y engrandecimiento contribuyen al fortalecimiento de la misma, aunque se demostró que el país, o una parte considerable del mismo, no cree en las elecciones y por lo tanto no participa.

Pretender por ejemplo que Hatuey tuvo la culpa de la derrota del PRD, o Eduardo Estrella de la del Reformista, es una forma de darle de lado a la realidad de que divididos no se puede ganar absolutamente nada.

Profundizar la división, con medidas que van a enconar mas a los que se han puesto de otro lado, ejerciendo un derecho que nadie puede regatearle a nadie por aquello de que la democracia tiene que ser de dos vías, y el respeto a las decisiones ajenas son una parte de ese ejercicio.

Es claro que cuando uno pertenece a un partido, tiene necesariamente que respetar las condiciones estatutarias del mismo, pero no seria la primera, y no sea la ultima, que dirigentes de partidos apoyan a otros candidatos por razones políticas, o acaso olvidamos que el líder de los Reformistas juro apoyo a Jacinto ante la basílica de Higuey, y luego no fue a las urnas, haciendo ejercicio del voto cuando había dado su apoyo al hoy nueva vez Presidente electo de la República.

No recuerdo que nadie, ni siquiera por chiste, tuvo la osadía de pretender que al líder se le sacara del partido, o se le cuestionara por esa medida que a todas luces perjudico las aspiraciones del candidato reformista.

Las victorias tienen millones de padrinos, las derrotas son huérfanas de padre y madre, por lo que ya resulta harto difícil que nadie quiera lograr en los actuales momentos salidas a las crisis pos electoral asumiendo poses que no benefician en nada ni a los partidos ni a los dirigentes.

Creo llegado el momento de que todos se reúnan en torno a una mesa de diálogo franco donde puedan poner sus diferencias en discusión sin miedos y sin acusaciones que ya no van a cambiar los resultados emanados de las urnas como voluntad inapelable del soberano pueblo dominicano.

Todo lo demás es perder un valioso tiempo en otros dimes y direte que van a perjudicar mas a los partidos y a poner en tela de juicio una vez más la capacidad y la inteligencia de quienes se entiende son los que dirigen los partidos.

Es hora de grandes remedios, pero nunca de seguir dividiendo más lo que al parecer no tiene ya remedio mas que dejárselo al tiempo que pone cada cosa en su justo lugar.

Atentamente,

Germán Martínez

Publicaciones Relacionadas

Más leídas