Gran expectativa reina en todo el mundo a la espera de la definición del nuevo campeón del mundo, cuando mañana se enfrentan España y Holanda por la final del Mundial Sudáfrica 2010 en el estadio Soccer City de Johannesburgo.

La final  la disputarán dos equipos que todavía no han ganado un Mundial, por lo que el que salga triunfador se colocará en una un cuadro de honor que hasta ahora se ha reducido a solo siete selecciones.

Los holandeses llegan a su tercera final y primera en los últimos 32 años, mientras que los españoles jugarán por primera vez por el título de la Copa del Mundo, habiendo superado ya su mejor actuación, el cuarto puesto en el Mundial de 1950 en Brasil.

Holanda jugó y perdió ante los anfitriones las finales de Alemania 1974 y Argentina 1978.

“Tenemos la responsabilidad de poner un punto de equilibrio y que no nos ciegue lo que hemos hecho, pensando en lo que tenemos por delante. Aspiramos a todo”, ha dicho el técnico de España Vicente del Bosque.

El entrenador de Holanda, Bert van Marwijk, expresó después de vencer a Uruguay en la semifinal que “no podemos conformarnos con esto. Nos falta otro partido y es para ganarlo”.

 La gran final del Mundial se jugará con un balón especial, un ‘Jabulani’ color dorado, en el cual las bandas rojas, amarillas y verdes han sido cambiadas por otras de color oro, en homenaje a Johannesburgo, conocida como “la ciudad del oro”.  Esta versión áurea del balón del Mundial fue bautizada como “Jo’bulani”, y habrán 30 unidades para usar en el partido, e igual número fue entregado a cada uno de los equipos contrincantes para sus entrenamientos.

El árbitro inglés Howard Webb, pitará la gran final del Mundial 2010 entre Holanda y España.