Horford, un Juego de Estrellas mucho más especial

Horford, un Juego de Estrellas mucho más especial

NUEVA YORK. Las lesiones que martirizaron a Al Horford fueron crueles para el ala-pívot dominicano, tanto así que temió lo peor sobre su futuro en la NBA. También golpearon a los Hawks de Atlanta, damnificados al echar de menos a su principal figura a la hora de los playoffs. En la campaña 2011-12, Horford apenas pudo disputar 11 partidos al lesionarse el costado izquierdo. La misma lesión le golpeó después en el lado derecho en 2013-14, limitándole a 29 partidos. Algo tenía que hacer para evitar la recurrencia de las lesiones.

Horford resolvió replantearse por completo su preparación como basquetbolista, desde sus entrenamientos hasta la alimentación.

“Antes hacía muchas pesas, mucho `bench press”’, recordó Horford. “Ahora mi enfoque es en las piernas, hacer más abdominales y en la espalda. Es más cardiovascular que fuerza en sí”.

También hace yoga y sus comidas no tienen gluten. “He perdido un tono de definición para mantenerme liviano, pero me siento mejor”, subrayó. Horford se explayó con lujos detalles sobre la disciplina de su régimen de entrenamientos en el día de prensa del Juego de Estrellas de la NBA.

Este es el tercero al cual el jugador de 28 años es seleccionado en su carrera, y primero desde la exhibición en 2011. Y este tercero es más especial, al encontrarse acompañado por otros tres compañeros de los Hawks de Atlanta. Los cuatro serán dirigidos la noche del domingo por su entrenador Mike Budenholzer, al mando del equipo del Este en virtud de tener el mejor récord de la conferencia (43-11).

Sus otros compañeros son Jeff Teague, Paul Millsap y Kyle Korver, presentándose a la cita del domingo en Nueva York tras redondear en enero el primer mes con marca de 17-0 en la NBA. Los cinco titulares del equipo—DeMarre Carroll como el quinto— fueron seleccionados como los jugadores del mes de la conferencia en enero. “La apreciación es más grande para mí con este tercer `All-Star”’, comentó Horford.

“Llegué a un punto después de mi segunda lesión que yo no sabía si iba a poder regresar a jugar a este nivel. Había mucha incertidumbre”. “Ahora me lo estoy gozando más y no solo por estar con mi familia, sino que estoy con mis compañeros de equipo, mis entrenadores, el quinteto prácticamente.

Estoy como en casa”. Tito Horford, que en 1988 se convirtió en el primer dominicano en jugar en la NBA, observaba a su hijo a corta distancia del estrado: “De tal palo tal astilla”, dijo orgulloso. Otra alegría para Al es que dentro de un mes será padre por primera vez con su esposa Amelia Vega, la Miss Universo de República Dominicana en 2003. Su ilusión para el partido del domingo es que Budenholzer pueda ingeniárselas para alinear a los cuatro Hawks al mismo tiempo. “Que nos pongan a los cuatro con LeBron (James), que nos dejen jugar un chin (ratito)”.

Los Hawks han sido el conjunto sensación de la temporada en la NBA, una que comenzaron con cinco derrotas en los primeros 12 partidos. Por su trayectoria, que incluye dos campeonatos del básquetbol universitario de Estados Unidos, Horford puede ser presentado como la estrella del equipo.

Pero Atlanta comulga una filosofía colectiva, en la que el balón se mueve con armonía hasta encontrar el mejor perfil para el tiro a la canasta. Nadie en la NBA les supera en cuanto a porcentaje de asistencias en sus encestes —de 67,6%. “Es un líder que se sacrifica”, resaltó Budenholzer sobre Horford, quien promedia 15,5 puntos y 7,4 rebotes por partido esta temporada

“Al tenerlo de vuelta su impacto en el equipo ha sido enorme en ambos extremos de la cancha, sobre todo en la defensa”. ¿Quiere saber la importancia de Horford con miras a las aspiraciones de los Hawks de cara a la postemporada? Cuando se lesionó el 26 de diciembre de 2013, los Hawks marchaban terceros en la conferencia con marca de 16-13. Sin él, la foja fue de 24-31, clasificándose a los playoffs con la octava y última plaza. Fueron eliminados 4-3 por los Pacers de Indiana en la primera ronda. En su regreso, el desempeño de Horford fue de menos y más, y no es ninguna coincidencia que su mejor versión apareció en enero.

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