La disminución de la producción de testosterona torna a los hombres irascibles, sensibles a las emociones y deprimidos. Asimismo, la escasez de la hormona los hace padecer el síndrome de irritabilidad masculina, dijo el científico Gerald Lincoln en el programa Today, de radio BBC.

“Tiene su parte chistosa porque nos percatamos de las debilidades de los hombres y de la manera en que las hormonas afectan su comportamiento. Pero también tiene su lado serio, ya que la conducta masculina puede estar comprometida con el estado hormonal”, dijo.

 ¿Irritabilidad masculina?

A diferencia del estado hormonal de las mujeres, que se produce en ciclos, en los hombres las circunstancias son extremas, como los accidentes y las enfermedades graves, las que desencadenan los deslices en las concentraciones hormonales, explicó Lincoln, quien trabaja en la Unidad de Ciencias de la Reproducción Humana en Edimburgo.

Sin embargo, una inyección de testosterona puede hacer que los hombres se sientan mejor que cuando tenían la deficiencia y experimenten mayor energía, motivación e interés sexual, agregó.

El vínculo entre la irritabilidad masculina y la testosterona se discutió por primera vez en la revista científica Reproduction, Fertility and Development.