El hospital Juan Pablo Pina de San Cristóbal resiste su crisis generada por la gran demanda que recibe de pacientes, y ahora sus médicos tienen la esperanza de que con el sistema nacional de emergencia 9-1-1, disminuyan la mortalidad y las complicaciones.
La llegada de accidentados y personas con politraumatismos por accidentes y violencia se ha incrementado en el centro desde que hace tres semanas el Gobierno dio inicio al Sistema de Emergencia 9-1-1.
Sus autoridades esperan les sean terminadas las áreas intervenidas por la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe).
Este centro forma parte de los 56 hospitales intervenidos y los 18 que serán entregados por el Gobierno en el 2017.
El doctor Roberto Lafontaine, ortopeda, está al frente del centro, en donde se registran altas cifras de accidentados por coaliciones en el tránsito en sus más diversas modalidades.
Baja afluencia. Previo a las festividades navideñas se respira un ambiente menos cargado en el hospital ubicado en la cabecera de la provincia San Cristóbal.
El panorama La emergencia se llena y vuelve a vaciarse, asegura el doctor Junior Dipré, emergenciólogo de turno, quien tiene la esperanza de que la entrada del nuevo sistema de emergencia baje la mortalidad que proviene hasta de los traslados inadecuados de pacientes traumatizados.
Al centro llegan frecuentemente heridos de armas blancas y de fuego. Lafontaine quien ve como un éxito el desarrollo del 911, dice que los casos han aumentado.
Referimiento Todavía en el hospital Juan Pablo Pina refieren a Santo Domingo la mayor parte de los accidentes cráneo encefálico que reciben. Esa es una de sus áreas de debilidad, se construye un anexo y se remodela el centro, pero lleva más de tres años en ese proceso.
Entre las áreas de mayor demanda está la de neurología, por los traumas.
Los hospitales Darío Contreras, Ney Arias Lora y Marcelino Vélez son los centros a los que los emergenciólogos del hospital Juan Pablo Pina envían a los que tienen traumas cerebrales.
A juicio de las autoridades, la unificación de los hospitales a la red única será importante para ellos, ya se beneficiarán de la estructura del Mañón, el cual viene del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS).
Unos 18 hospitales de los más de 50 que son intervenidos en el país desde hace varios años, fueron priorizados por el Gobierno a fin de que los trabajos de remodelación y construcción se agilicen y sean concluidos y entregados antes de que concluya este año.

Los hospitales priorizados son aquellos que tienen más de un 70 por ciento de avances en los trabajos de construcción y reconstrucción de su planta física.

Se trata de los centros que más impacto tienen con relación a la atención y demanda de servicios de parte de la población.

Entre los de mayor demanda e igual estado están las maternidades San Lorenzo de Los Mina y Nuestra Señora de La Altagracia, y el hospital Francisco Moscoso Puello, en la capital; en el Sur el Alejandro Cabral, de San Juan.
Otros centros priorizados son en el Este, el Antonio Musa, de San Pedro de Macorís, y el del Seibo, y en Santiago el José María Cabral y Báez.
También el hospital de Jánico, el de Castillo, el San Vicente de Paúl, de San Francisco de Macorís; el Luis L. Bogaert, en Valverde; y el Ricardo Limardo, en Puerto Plata.