POR TANIA HIDALGO
Los niveles de delincuencia y criminalidad existentes en el país podrían reducir en un 70 por ciento si se pone en práctica un proyecto de tratamiento ambulatorio a los consumidores de drogas, el cual contempla la instalación de unidades antidrogas en cada hospital general del país, afirmó  ayer el especialista en terapias adictivas, Miguel Angel Fidel.

Explicó que estas unidades ofrecerían terapias ambulatorias a los adictos a las drogas en los diferentes barrios, además de trabajar a nivel carcelario.

“También servirían de base científica para establecer un programa estadístico para el diseño de una estrategia nacional que contribuiría a la implementación de un plan o proyecto que contrarrestará el alto nivel de drogadicción y narcotráfico”, puntualizó.

Al conversar con reporteros de HOY, Fidel consideró que el alto nivel de delincuencia es producto de la drogadicción exclusivamente, por lo que esta problemática debe ser atacada de manera seria y responsable por las autoridades.

El especialista, que residió varios años en Estados Unidos, específicamente en el estado de Filadelfia, donde acumuló una vasta experiencia en programas de rehabilitación y prevención para adictos (promedio de 8 a 9 años), dijo que lamentablemente el problema de la drogadicción se la han dejado a ONG, como Casa Abierta y Hogares Crea, las cuales no dan abasto para cubrir la demanda o el porcentaje de adictos que hay en el país.

“El problema de la delincuencia en el país es la drogadicción, y aunque se implementen programas de barrios seguro y otras iniciativas el problema no será superado porque los jóvenes adictos deben ser tratados de manera directa e individual”, puntualizó.

A su entender, la venta de droga en las calles aumenta de acuerdo al consumo, “mientras menos consumo en la calle, menos tráfico, menos delincuencia, menos criminalidad y violencia”.

Expresó que presentó este proyecto a finales del gobierno del entonces presidente Hipólito Mejía y que de hecho se comenzó a implementar pero que con el cambio de autoridades, el 16 de agosto de 2004, todo se quedó en el aire.

Para el especialista este proyecto debe ser aplicado con el respaldo de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), la secretaría de Salud Pública y el Consejo Nacional de Drogas (CND).

El también director de la institución Tasf-Detox que trabaja con los adictos refirió que el programa funcionaría con personal científicamente capacitado, tales como epidemiólogos, psicólogos, especialista en drogas y psiquiatras.