Los más de 30,000 pacientes haitianos ingresados en los hospitales dominicanos como consecuencia del terremoto que sacudió a Haití hace hoy un año, evidenciaron, más que la capacidad, el humanismo, la entrega de médicos y enfermeras y la solidaridad del pueblo en sentido general, expresaron ayer dos directores de hospitales. Al tema se refirieron, a solicitud de este diario, los doctores Héctor Quezada, director del Darío Contreras, y Emilio Mena, del Robert Reid Cabral. En efecto, hospitales públicos de varios puntos atendieron a más de 30,000 víctimas del terremoto y el país tuvo gastos superiores a los RD$420 millones.
Los más de 30,000 pacientes haitianos ingresados en los hospitales dominicanos como consecuencia del terremoto que sacudió a Haití hace hoy un año evidenció, más que la capacidad, el humanismo, la entrega de médicos y enfermeras, lo mismo que la solidaridad del pueblo en sentido general, evaluaron ayer dos directores de hospitales.
Al tema se refirieron los doctores Héctor Quezada, director del Darío Contreras, y Emilio Mena, del Robert Reid Cabral.
En efecto, los hospitales atendieron a más de 30,000 afectados del terremoto y el país tuvo gastos superiores a los RD$420 millones.
Gran entrega. La, ya elevadas, estima y orgullo profesional de los médicos del hospital Darío Contreras se enaltecieron, reconoce Quezada, al señalar que esos profesionales fueron los primeros en llegar a auxiliar a sus colegas del desbordado hospital General Melenciano de Jimaní.
La experiencia fue extraordinaria, analizan los dos médicos. Llegó un momento que nuestros médicos comenzaron a afectarse por la tragedia, dijo Quezada, quien además recordó que médicos de ese hospital han estado en el terremoto de Nicaragua, el de Guatemala y hasta en la guerra de Irak.
Una mirada al pasado. Desde el 13 de enero de 2010 al despuntar la mañana, comenzaron a llegar los pacientes; venían en aeronaves, camiones y vehículos privados. Coparon las camas y pasillos de este centro de salud, recuerdan los médicos.
La capacidad del hospital se vio afectada, pero no por la parte médica, sino por los familiares de esos pacientes.
Cambio de costumbres. Tal fue la avalancha de familiares que en cualquier pasillo del centro se armaba un fogón para hervir alimentos o en cualquier rincón se instalaba una letrina en la que hacían sus necesidades. Se trató de una prueba de fuego.
El Robert Reid. Este hospital atendió a más de 80 niños, la mayoría de ellos venían desde el hospital Melenciano de Jimaní, del Darío Contreras, de Azua y del San Bartolomé, de Neiba.
El doctor Emilio Mena Castro asegura que todos los médicos, las enfermeras y los voluntarios dieron lo mejor de ellos mismos.
No tuvimos mortalidad y tuvimos que habilitar áreas especiales, por la gran cantidad de niños, dijo la recordarla terrible desgracia que marcó a Haití.
Zoom
Traumatizados
Los traumas encefálicos, los aplastamientos y las piernas para ser amputadas eran las lesiones más frecuentes en este hospital.
Médicos rusos
Una misión de médicos rusos en la que estaban cirujanos ortopedas y plásticos hicieron milagros en las piernas d e los niños. Las escenas lastimaban la sensibilidad y herían el alma.