Ubi Rivas
La noticia de que será construido un hostal de 50 habitaciones con una inversión de $10 mm en la fortaleza San Luis de Santiago de los Caballeros es lógico y natural que a un santiaguense como el suscrito lo ssture de júbilo.

Es lo que también debiera hacerse con la fortaleza Ozama, recrear al turismo en dos lugares históricos, in situ, sin necesidad de cambiar mucho, de ahí a ahí, como decimos aquí.

La idea del mayor general EN Gustavo Jorge García, comandante de la Segunda Región Militar con asiento en la fortaleza Fernando Valerio de la Ciudad Corazón, completa la gestión que este militar, artista y arquitecto, viene realizando con excavaciones y construcción y colocaciones de bustos de próceres de las gestas independentistas y restauradoras de nuestra república.

Santiago de los Caballeros tiene un potencial turístico apreciable, porque idéntico a Beirut, tiene clima caliente en la llanura y frío a 15 minutos, que dista la cordillera Septentrional, La Cumbre, lugar paradisíaco donde el generalísimo Rafael Leonidas Trujillo hizo construir una mansión, que aún se conserva y donde Manuel Bermúdez tiene un magnífico restaurant con una vista impresionante al valle del Cibao.

El monumento a los Héroes de la Restauración, que tiene que ser restaurado y mantenido nítido, la catedral que construyó a fines de siglo antepasado el maestro constructor Onofre de Lora, el casco colonial, el Palacio Consistorial que construyó el presidente Ulises Hereaux, el enclave de las zonas francas, el espíritu festivo y amable de los santiaguenses, que aunque ha decaído bastante comparado con la época de mi juventud aún se percibe amplio, son motivos para atraer un turismo permanente y vigoroso, por lo cual se empeña el empresario Félix García.

Santiago de los Caballeros requiere de varios hoteles, para que abaraten los costos de ocupación, muy altos, unos RD$6 mil por persona por noche, y aunque para un turista cambiar a 34×1 no es demasiado, si lo es para la clase media, que tenemos que recurrir a los guest-house pequeños que cobran unos mil pesos por noche.

La construcción de un hotel en la fortaleza San Luis viene a reforzar ese propósito de dotar a Santiago de los Caballeros de una infraestructura hotelera no solamente para turistas, sino sabiendo que la segunda ciudad en importancia en todos los ordenes del país requiere de habitaciones para dormir a miles de agentes comerciales que no pueden pagar ni cinco, ni seis mil pesos por dormir una noche en un hotel.

Pero el hotel no debiera de ser de 50 habitaciones, sino de cien, y la inversión aparecerá, porque la infraestructura histórico y la amplia zona para parqueo, restaurantes, galerías artísticas, escuelas de pintura y música, así lo favorecen y propician.

Ya Santiago de los Caballeros no es la ciudad que abandoné para trasladarme a la capital a estudiar leyes en 1962, con 80 mil habitantes y dependiendo en lo fundamental de su economía en el tabaco, sino que es una ciudad de 800 mil habitantes, con un empuje empresarial gigante, con un Centro León de arte único en el Caribe, con un Museo del Tabaco, con sus coches y quitrines, con sus lechones de carnaval en febrero, con su periódico La Información y con una nueva trova de capitanes de empresas que no son las tres familias de antaño, sino los trepidantes de hogaño.

¡Adelante con ese hotel, general Jorge García!