Para muchos es una de las mejores canciones de la historia del rock y para otros es un tema de tintes satánicos. Pero cuarenta años después de su lanzamiento, lo que está claro es que “Hotel California” de los Eagles marcó el acta de defunción del pop de los setenta.
El 8 de diciembre de 1976 salió al mercado el que era el quinto álbum de una banda formada cinco años antes en Los Ángeles y que desde su primer éxito conoció un gran éxito con su mezcla de country, rock, folk y soul, pero que llegó a la cumbre con “Hotel California».
Ese disco y en especial el tema que le daba título y que comenzó a esbozar el guitarrista Don Felder y luego dieron forma Don Henley y Glenn Frey, alcanzó tal repercusión que todo lo que Eagles habían hecho antes de su lanzamiento, dejó prácticamente de existir.
Fue el “cenit” de su carrera, en palabras de Frey, que en una entrevista con la BBC en el año 1992 reconoció también que el éxito del disco, del que se vendieron más de 30 millones de copias en todo el mundo, destruyó al grupo. “Marcó la reputación del grupo y marcó su destino”, dijo el líder de un grupo que se vio sobrepasado por el éxito.
“Dejó de ser divertido. Ya no confiábamos en el instinto de los otros y hubo notables desacuerdos. Además Henley y yo teníamos problemas con las drogas, lo que no ayudaba”, reconoció Frey al diario The Independent.
Tras “Hotel California” el problema era sobre qué escribir y eso fue lo que condujo a la separación del grupo en 1980, aunque se volverían a juntar en 1994 y, con algunas interrupciones más breves, se mantuvieron unidos hasta la muerte de Frey en enero de este año.
Pero nunca superaron el éxito de un disco y un tema que muchos cantantes y grupos posteriores reconocieron como una inspiración y del que hicieron versiones músicos tan dispares como Bob Marley, los Gipsy Kings, Marilyn Manson, Nancy Sinatra o Marc Anthony.