Financiar el desarrollo

Financiar el desarrollo

Con una baja presión tributaria, estimada en 14% del Producto Interno Bruto (PIB), resultaría imposible invertir para el desarrollo sostenible con recursos financieros internos, por lo que es necesario acudir a los mercados de capitales internacionales a buscar préstamos para dedicarlos a la ejecución de programas productivos, sociales y de infraestructuras, y así incidir en el combate a la pobreza, en el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica y contribuir con la expansión de la economía con baja inflación.

Manejar las finanzas con disciplina fiscal es primordial en el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica, sobre la cual está comprometido el gobierno de Danilo Medina. En primer lugar, era preciso formular, y así se hizo, un amplio marco de inversión para el desarrollo, que debía abordar las tres dimensiones del desarrollo sostenible de manera equilibrada, con la erradicación de la pobreza en su centro. En segundo lugar, reflexionar sobre los resultados concretos, y en tercer lugar, la eficacia de la vigilancia.

Partiendo de la necesidad de valorizar en su justa dimensión la asistencia oficial para el desarrollo teniendo en cuenta que el objetivo de crecimiento sostenido del Producto Interno Bruto resulta suficiente y hay que continuarlo, la inversión pública no bastaba para financiar la agenda para el desarrollo, de manera que convenía fomentar la colaboración de la inversión privada y continuar acudiendo a los mercados financieros. También se han buscando indicadores alternativos que fueran más allá del ingreso per cápita del dominicano. Para alcanzar la transformación bajo la actual coyuntura de baja presión tributaria, se requieren esfuerzos en la movilización interna y externa de recursos financieros. Aquellos que hoy se oponen al endeudamiento deben sugerir la necesidad de una reforma fiscal, que permita obtener los recursos necesarios para financiar el desarrollo sostenible.

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