Hoteleros niegan playas estén contaminadas

Hoteleros niegan playas estén contaminadas

POR ODALIS MEJÍA
Los hoteleros de Boca Chica, Juan Dolio y Guayacanes negaron que las playas estén contaminadas, como refieren estudios de la Academia de Ciencias y de la secretaría de Medio Ambiente que advierten que hay microorganismos patógenos por encima de los niveles permisibles.

Radhamés Martínez Aponte, de la Asociación de Hoteleros de Juan Dolio y Guayacanes, dijo que los problemas de contaminación de la zona lo produce el río Higuamo que tiene 50 años sin dragar.

Dijo que además falta un sistema de alcantarillado y plantas de tratamiento de aguas servidas, ya que la que existe en San Pedro de Macorís sirve al 20% de la población.

“La Asociación está consciente de resolver la situación de contaminación en las áreas de playa de los hoteles no porque haya contaminación, sino para prevenirla,” indicó.

Explicó que a principios de los 90s los hoteles construyeron plantas de tratamiento que canalizaban las aguas servidas de siete hoteles de los 35 que tiene la zona, además de una gran cantidad de plazas, negocios y villas.

Los hoteles que están conectados a la planta de tratamiento son Gran Caribe Playa Real, Barceló Capella y Barceló Talanquera, Coral Costa Caribe, Start Beach Resort y Amsha.

Indicó que se han dirigido al Instituto Nacional de Aguas Potables (INAPA) para que retome la construcción del sistema municipal de alcantarillado que fue iniciado en el 2001 y paralizado en el 2002. Entiende que esto “puede ser la solución a los niveles previsibles de contaminación”.

Con relación a los problemas de erosión y reducción de la barrera coralina se han incrementado por los impactos de  fenómenos naturales. Dijo que la tormenta Jeanne arrastró muchos árboles que golpearon la barrera y que todavía permanecen ahí, pese a los esfuerzos de la asociación y la Marina de Guerra para retirarlos.

Explicó que los problemas de erosión, este resuelve con la colocación de más de más de un millón de metros cúbicos de arena que se han alojado en unas fosas a dos kilómetros de la playa. Esto conllevaría una inversión estimada de US$3 millones.

De su lado Luis José Cabral, de la Asociación de Hoteleros de Boca Chica,  dijo que esta playa en “promedio no es de las más contaminada”, ya que  en el “este una de las playas que visitan personas adineradas están más contaminadas”. No especificó cual playa.

Consideró que eso es parte de una propaganda negativa en contra de ese balneario. “Boca Chica tiene un handicap que es la cercanía a la ciudad, así que cuando se quiere escribir de turismo y poner a nuevos periodistas a empezar sus experiencias de reportaje siempre caen en Boca Chica”.

Afirmó que los hoteleros de Boca Chica han sido pioneros en recuperar la playa, al indicar que 600 de los 1,200 metros donde se encuentra el desarrollo hotelero, ha sido mejorada.

“Las áreas dragadas reciben tratamiento diario, la arena de voltea y se airea, para que este blanca y suave, y se manejan los desperdicios”, expresó al indicar que en ninguna parte del país se han hecho trabajos como este.

No obstante, Cabral afirmó que la zona de playa ubicada en la parte de Andrés, o sea unos 800 metros, existen más de 200 negocios, lo  que significa que cada cuatro metros hay uno con una cocina, un baño con descarga superficial y que arrojan desperdicios.

Aunque Cabral niega que las aguas costeras de esa zona estén contaminadas, sin embargo hizo referencias a los estudios citados por HOY en los reportajes sobre el deterioro progresivos de los balnearios.

“Medio Ambiente contrató el barco norteamericano (Enviroment Protection Agency) para analizar las aguas entre el río Haina y el Higuamo y el  estudio determinó que hay materias fecales en el mar. Todo el mundo coincide que hay materiales fecales, pero no es culpa de los hoteles, sino donde está la población en Santo Domingo que no hay planta de tratamiento y dos millones y picos de habitantes están descargando todas las materias fecales al mar”, indicó.

Dijo que con la misma preocupación que  los hoteleros tratan de hacer un turismo sostenible, tiene que haber una respuesta del Estado.

En conjunto Boca Chica, Juan Dolio y Guayacantes ofertan 5,500 habitaciones.

Afirmó que en Boca Chica cada hotel tenía su planta de tratamiento y que contribuyeron para instalar una planta colectiva y que en la actualidad están aportando unos RD$3 millones para conectar los negocios a ese sistema.

Martínez Aponte expresó que el Estado nunca se ha preocupado por establecer sistema de aguas residuales en ninguna zona costera, problema que hay que enfrentar, ya que es necesario darles las condiciones de saneamiento básico no solamente por los hoteles y por el turismo, sino por las comunidades.

Consideró que si realmente el Estado quiere hacer más competitivo el sector turismo y preservar a todo el ecosistema, tiene que asumir una política efectiva de conservación al medio ambiente.

Expresó que los inversionistas no pueden financiar un recurso que no es del hotel, además que esas playas son relativamente pequeñas y hay que darles soluciones globales para asegurar que el deterioro no se reproduzca en el futuro.

Según Martínez Aponte la construcción del sistema de alcantarillado costaría alrededor de RD$100 millones.

Mientras que en Boca Chica, se gastarían unos RD$6 millones para conectar todos los comercios y residencias a las planta de tratamiento, según Cabral.

Martínez consideró que poco a poco la fuerza del mercado ha venido definiendo un nuevo modelo de turismo como en Punta Cana, ya que existen mayores es niveles de conciencia de parte del sector hotelero y turístico, pero que esto requiere además de una política pública.

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