El alcalde de la Capital dijo ayer, en respuesta a críticas,  que los hoteleros no aportan un sólo centavo al Distrito Nacional, contrario a otras ciudades del mundo donde las mismas cadenas de hoteles dejan grandes beneficios.

El alcalde del Distrito Nacional (DN) Roberto Salcedo, defendió las ordenanzas aprobadas por el Concejo de Regidores a finales de diciembre pasado, que elevan las tasas, arbitrios e impuestos, porque se ajustan a la Ley 176-07. Dijo que  de lo contrario, la descentralización no pasará de ser un mero discurso.

Salcedo manifestó su disposición de acudir a cualquier escenario a discutir la legalidad o no de las ordenanzas, sea el Congreso o  instancias judiciales, porque de lo que se trata es de la necesidad del cabildo de tener una base de sustentación económica para desarrollar la ciudad.

En cuanto a la posibilidad de que se le haga un juicio político, adelantó que no ha robado ni matado, pero que de todos modos estaría dispuesto a acudir al Congreso a responder por la defensa de la ciudad.

El ejecutivo municipal definió como políticos los cuestionamientos que hacen algunos sectores, y  señaló que en todas las ciudades del mundo se vive de sus suelos.

Salcedo rechazó el argumento de que con los nuevos arbitrios serían encarecidas las viviendas económicas. Dijo que en el Distrito Nacional no existen propiedades de ese tipo, por lo que definió como una utopía el argumento.

Explicó que las grandes obras que construyen los promotores de viviendas y otras edificaciones crean una gran dificultad para la salud, porque crece la producción de basura, problema con el medio ambiente, el drenaje, vial y  el de movilidad humana.

Todos esos problemas, dijo, son dejados por los constructores a la administración de la ciudad, que recibe menos por la obra que lo que se gana el vendedor de un apartamento en una torre.

Lamenta que quienes se oponen a los arbitrios no se den cuenta que la ciudad cambió y, por tanto, todos debemos apostar a su desarrollo.

Sostuvo que el desarrollo no es solamente un asunto del Estado, del ADN, sino que es asunto en que todos los sectores tienen que sintonizar, cada quien haciendo su aporte.

Los roles.  Consideró que debe haber una actitud más creactiva del ADN y la Federación Dominicana de Municipios (Fedomu) cuando se discuten los asuntos tributarios, para defender los intereses supremos de los territorios locales y definir una verdadera independencia.

Cree que es hora de que el Estado comience a redefinir las competencias, ya que no es posible en el Distrito Nacional existan hasta cinco instituciones para tratar un mismo tema, como el tránsito, por ejemplo.

“Soy el primero que piensa y cree que debe venir un proceso real de descentralización, pero de entregarle a los ayuntamientos la base de sustentación económica, porque de lo contrario estamos creando un gran problema en la dinámica del Estado”, expresó.

A los hoteleros.  En cuanto a las críticas que hacen los hoteleros al ADN, Salcedo dijo que ese sector no aporta un solo centavo al Distrito Nacional, contrario a otras ciudades del mundo donde las mismas cadenas de hoteles dejan grandes beneficios.

Enfatizó que los hoteleros de Santo Domingo ni siquiera contribuyen en proyectos que les benefician, pero aun así los quieren sacrificar por el tema del Malecón.

“Donde quiera que ellos operan les aportan al Estado y les aportan a la ciudad, independientemente; es el mismo tema de las telefónicas, el problema es que el patito feo es siempre la ciudad”, precisó.

Aseguró que en todas partes el uso del espacio aéreo y uso de suelo, tienen que pagar en los lugares donde operan, menos en la República Dominicana.

Recordó el fallo “histórico” que favoreció a las empresas telefónicas en contra de los ayuntamientos.

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Los ríos

El alcalde Roberto Salcedo consideró un desafío para la Mancomunidad del Gran Santo Domingo la limpieza de los ríos Ozama e Isabela, ya que de nada vale que se limpie del lado del Distrito Nacional si no se  hace el mismo esfuerzo en Santo Domingo Este y Norte. Destacó la labor de limpieza de las empresas comunitarias que diariamente retiran 500 toneladas de basura de las cercanías de esas fuentes de agua.