Hoy con Cristo
“Deléitate asimismo en Jehová”

<STRONG>Hoy con Cristo<BR></STRONG>“Deléitate asimismo en Jehová”

Pablo estuvo sólo, abandonado, anciano, próximo a ser matado, pobre, y muy trabajado; no sorprende que denomine su jornada de vida como una batalla, una lucha, una ardua carrera. En términos humanos fue un idealista fracasado; sin embargo oiga su cántico: “He guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia“; para que un pecador, imperfecto hable así ha de tener su corazón inundado de deleite, o que su deleite sea tal, que devore los reveses recibidos. Dicho de otro modo, que el andar Cristiano trae consigo tal deleite que aún las peores adversidades no pueden ahogar el gozo de la fe. La práctica de fe es resumida así: “Deléitate asimismo en Jehová.” Esto tiene fuerte implicación, que si alguno no encuentra deleite en su profesión de fe o religión, entonces su fe posiblemente sería muerta, o simple carcasa de religión, y la razón es sencilla, porque en Dios siempre hay deleite.

Ahora, supongamos que en la búsqueda del deleite Cristiano la persona fuese perjudicada, y el dolor que eso traiga fuese mayor que el deleite encontrado, lo más probable es que fuese un deleite carnal. Es cierto que todo acto externo del Evangelio por lo general trae deleite, pero esa complacencia no es el fin del acto, sino un paso previo para llevarnos al deleite en Dios, o que si se queda a mitad de camino, no se trata del deleite divino, sino de otra cosa agradable. Suponga que el presidente te regalase una camisa, y la pierdes, aun así lo grato permanece, ya que lo valioso no fue el regalo sino su muestra de amor contigo, el agrado fue en él, no en su dádiva.

Cuando Cristo salva un pecador le comunica Su vida; no una simple idea de Su ser,  sino una imagen real, operativa, penetrante, eficaz, que produce una impresión y poder transformador del alma. Siendo el Evangelio o andar en las reglas de Dios el instrumento del gozo. Amén.

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