Hoy con Cristo

Hoy con Cristo

POR PASTOR OSCAR AROCHA
«Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos, porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres. Habla mentira cada uno con su prójimo; hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón.» (Sal.12:1-2).

 Esto no significa que no hubiese creyentes en su propia época, sino que la influencia santa de los hijos de Dios se había disminuido mucho. Es de gran beneficio saber en qué tiempo ha caído la porción de cada uno. Que procures saber la cualidad moral de tu propia generación, con el fin de que tu alma no sea manchada con las maldades propias de tu tiempo; David tuvo esa visión y se cuidó de no ser envuelto por las circunstancias pecaminosas que le rodeaban. No se dejó arrastrar por la corriente de los tiempos, sino que por el contrario clamó al cielo por ayuda, tal como nos hace saber por estos versículos. Sus tiempos fueron malos, no obstante él fue un buen hombre.

 Esto significa que un hombre piadoso, es decir, que tiene discernimiento espiritual, considera quiénes son buenos y quiénes perversos; quiénes son santos, y quiénes mundanos, y Él procura andar con los buenos, porque se dirige al cielo, aun cuando ellos sean pocos, Él conoce la advertencia divina: “No os dejéis engañar: Las malas compañías corrompen las buenas costumbres” (1Co.15:33).

Pregunta: ¿Cómo determinar la moralidad de un hombre? Por sus escogencias y ocupaciones: «Los que son de la carne, piensan en las cosas de la carne. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz» (Ro.8:5).

 Pregunta: ¿Cuál es el pecado de esta generación? La sensualidad o sensualismo (Vivir para el agrado de los sentidos carnales): «Hombres amadores de sí mismos, vanagloriosos, desobedientes a los padres, amadores de los deleites más que de Dios» (2 Ti.3:2). Los pecados presentes son más refinados que antaño, es el mismo pecado, pero ahora está mejor vestido, el mal tiene una apariencia mucho más engañosa. Amén.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas