Hoy con Cristo

Hoy con Cristo

PASTOR  OSCAR AROCHA
«Diré a Dios:  Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?  ¿Por qué andaré     yo enlutado por la opresión del enemigo? » (Sal. 42:9).

Lo más triste para un verdadero Cristiano sería perder la cara sonriente de Cristo, un sentido de sequedad cae sobe el corazón al sentirse abandonado. No hay tristeza mayor para un corazón bajo la Gracia de Dios que perder la paz del Señor. Si una estrella del universo se apaga, se disminuye la luz en esa cantidad, pero si el sol no da su luz, las tinieblas del mundo serían total, el frío aumentaría y moriríamos. En sentido espiritual si se pierde la presencia consoladora de Cristo, el sufrimiento se multiplicaría y la esperanza de alivio se apaga.  Tanto como Cristo brille en un alma podrá esta emprender cualquier empresa y sostener cualquier dolor; como dice el apóstol: «En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas» (2Ti.4:16-17); estuvo preso, abandonado por sus amigos, pero la presencia de Dios le suplió el consuelo y sostén que necesitaba.

  Se han visto casos del hombre natural recurrir al suicidio cuando sus adversidades le abruman y ve que los caminos se le cierran.  Los cristianos son hombres y mujeres de segura esperanza, pero eso no quita que en un caso como este le parece como si el favor divino se ausenta, y entonces es como si cayese en el hoyo del desespero y del desaliento, y ahí clama: «Diré a Dios:  Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?  ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo? «. Ahora bien, con relación al Señor tengo para decirte: Que nuestro hermoso Salvador y Redentor viene otra vez a buscar a los suyos y regresará multiplicando las bendiciones, porque si abandona por un momento, volverá con abundantes misericordias. Amén.

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