Hoy con Cristo

Hoy con Cristo

PASTOR  OSCAR AROCHA
“Simón hijo de Jonás, ¿me amas? Le contestó: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Pastorea mis ovejas” (Juan 21:16).
El amor al hermano es hijo de la piedad. Quien ama a Dios por su propia causa, de seguro que amará a su hermano: el amor de Pedro por Dios le capacitaría para amar a los que son de Cristo. El río del amor nace allá arriba, en la fuente de la piedad. Quien beba agua del cielo, tendrá el cielo en sus venas, y podrá soportar las debilidades del hermano. Nuestra inclinación es amar y soportar a quienes son recomendados por los grandes hombres, pero el mandato de Dios es amar a los recomendados por Cristo:

“Cuando hagas banquete, llama a los pobres, a los mancos, a los cojos y a los ciegos. Y serás bienaventurado, porque ellos no te pueden retribuir, pero te será recompensado en la resurrección de los justos” (Luc.14:13-14). Aplicado al tema es soportar a los más débiles, ser compasivos con los que nos ofenden. La semilla del amor al hermano es tan poderosa que puede germinar y dar buenos frutos aun en tierra no apta, porque tu recompensa está en Cristo. Ama, pues, a los que Cristo te recomiende.  No podemos esperar que los otros nos soporten, si no estamos dispuestos a hacerlo así con los otros. Cada uno de nosotros tiene fallas y errores, y en eso debemos ser cuidadosos por equidad y justicia, porque Dios paga con palos a los que dan palos: “No juzguéis, para que no seáis juzgados” (Mat.7:1). Si no practicamos amor en soportar a los demás, tampoco lo recibiremos cuando más lo necesitemos.

Piensa del amor de Dios que fue tan paciente con nosotros mucho antes de que recibiéramos el Evangelio. Soportémonos unos a otros. Amen.

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