Hoy con cristo

Hoy con cristo

POR PASTOR OSCAR AROCHA
“¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu Palabra”.  (Sal.119:9)

Las personas jóvenes se caracterizan por algunas cualidades no buenas. Por lo general, son inexpertos en los asuntos de la vida, confiados en ellos mismos, impulsivos y desconsiderados, y de estas negativas no sabe uno cual más atenta contra su propia felicidad, y si a eso se agrega que a veces un solo joven las posee todas, el futuro le sería cuesta arriba.

De manera que la pregunta puede ser dicha de este modo: ¿Cómo un hombre nacido impuro, y naturalmente manchado por el pecado tan pronto como alcanza el uso de la razón, puede ser espiritualmente purgado y vivir una vida pura que sea agradable a Dios? Respuesta: “Con guardar la Palabra de Cristo”. Esta obra encuentra dificultad no solo en el joven, sino también por el mal ejemplo de otros y en ocasiones por la indulgencia de los padres. Algunos padres también cooperan con este mal, pues les parece que los jóvenes deben ser dejados a sus propios malos deseos, con el argumento que son jóvenes.

El Creador es tan celoso de lo suyo que manda a que se le limpien sus vasos desde temprano: “Instruye al niño en su camino; y aún cuando sea viejo, no se apartará de él” (Pro.22:6); comenzar rápido para que los malos deseos no echen raíces profundas en su joven corazón.  El estado final de un árbol puede ser visto antes por la manera en que se desarrolla, y lo mismo es con los jóvenes. Oiga la pregunta: “¿Con qué limpiará el joven su camino?”; eso supone un sucio en el camino, un sucio que lo puede  echar a perder; desde niño entra a este mundo contaminado. Es, pues, nuestro trabajo detener la mancha, limpiarlo, con el fin de paralizar el crecimiento del pecado.

El instrumento divino para lavar y limpiar el camino de los jóvenes es la Palabra de Dios; es como el espejo que descubre el pecado, y el agua que lo lava. Uno podrá verse el cuerpo y sus partes, pero no tenemos manera de ver el estado de nuestras almas, ella es invisible. La Biblia es el espejo donde vemos el alma reflejada y sus corrupciones. Vívela y limpiará tu camino. Amén.

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