POR OSCAR AROCHA
Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria (Sal.73:24).
Para seguir los consejos de Dios se necesita temerle, depender de Él y obedecerle.
Temor. Muchas veces las dudas del hombre son por causa del conflicto que se da entre los deseos carnales y la voluntad del Señor, pero si el individuo teme a Dios le será mucho más fácil escoger el consejo divino y renunciar al suyo propio, el mismo David dice: ¿Quien es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger (Sal.25:12).
Dependencia. Este pre requisito puede ser probado con este verso: Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y el enderezará tus veredas (Pro.3:5-6).
Esto se recomienda para cada mañana, para cuando vayas a Dios en oración, pide la dirección de Su Espíritu, y confiesale que eres pobre de espíritu, escaso de entendimiento, de conocimiento y discernimiento, y que no sabes por dónde o cómo dirigir tus pasos, entonces Dios te enseñará por donde tú debes caminar.
Obediencia. Nuestro Salvador lo dijo así: El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios (Jn.17:7), todo hombre que ponga su cuello dentro del yugo de Cristo, conocerá los consejos de Dios para guiarlo aún en tiempo de dudas. La obediencia consciente o de corazón traerá más luz, o que la sumisión al Señor es la madre del buen conocimiento. Amen.