PASTOR OSCAR AROCHA
«Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y Sus oídos atentos a sus oraciones» (1Ped.3:12).
El verso es persuasivo del interés de Dios por quienes le necesitan; Su ser está envuelto en guardarlos; más aun, que la providencia gobierna para el bien del verdadero Cristiano; como dijo el ministro Plumer: «Para colmar sus vidas con bondad, y sus conflictos con victorias». Respeto al amor de Dios, nuestro verso revela el especial cuido de Sus ojos, y la atención de Sus oídos a las oraciones de los creyentes: Ellos se encuentran a menudo en estrecho, pero saben como clamar al Señor, y Sus oídos nunca están cerrados al gemido de un Cristiano por pequeño que este sea. El Señor los atiende con interés y amor.

La preservación del año pasado te invita declarar el bien que Dios te ha hecho. Así como el cantar de los pajarillos endulzan el oído de sus oyentes, que tú hables de Dios a los que como tú le temen; procura compartir tus buenas experiencias con otros. El mundano se deleita en sus propias alabanzas, logros y conquistas; se considera digno de recibir mucho, y por eso habla de lo que tiene; en cambio el humilde se deleita en contar a los demás las maravillas de Dios. La promesa divina es firme y explícita: «Los ojos de Jehová tu Dios están siempre sobre ella, desde el principio del año hasta el final de el» (Det.11:12); en el nombre del Señor levanta tu bandera de victoria y comienza a cantar: «Firmes, y adelante, huestes de la fe Sin temor alguno, que Dios nos ve». Amen.

Web site: www.ibgracia.org