HOY CON CRISTO
Ahora en la tierra reina la injusticia 

<STRONG>HOY CON CRISTO<BR></STRONG>Ahora en la tierra reina la injusticia 

Esto es, que Dios ha de preparar para sus hijos una nueva habitación, un nuevo paraíso. Es preferible un amigo sin dinero, que dinero sin un amigo; o un amigo sin casa, que una casa sin un amigo. No tendría sentido que Dios purificara los cielos y que la tierra  no sea para habitar allí sus redimidos. La reparación de la casa es anuncio del nuevo inquilino. La tierra tendrá nuevos inquilinos, la justicia, y ella no habita en las piedras, sino en las personas. Los creyentes redimidos por la sangre de Cristo son sus inquilinos, la justicia de Dios reinará en un ambiente ya purificado por fuego celestial.

Ahora en la tierra reina la injusticia,  este mundo es la órbita del pecado, y lo corrompe todo. En cambio el nuevo será la órbita de la justicia. Miremos este antes y después. Antes: “Dios vio todo lo que había hecho, y he aquí que era muy bueno”. Eso fue al fin de la creación de Dios, cuando no había entrado el pecado.

El cuadro, luego que entró la injusticia: “Jehová vio que la maldad del hombre era mucha en la tierra, y que toda tendencia de los pensamientos de su corazón era de continuo sólo al mal”. El peligro, la deshonra, las enfermedades y la muerte son por el pecado. Vivimos en una morada donde nada puede escapar del alcance del mal. Ese es el inquilino de la tierra. Nadie puede huir del pecado, ni el tiempo, ni las acciones, ni la ciencia.  Ese enemigo y su nefasta influencia está en todo lugar.  El pecado y sus aliados son la enfermedad epidémica del mundo.

Después: Donde mora la justicia no hay pecado. El lugar que el Señor nos prepara será justicia sin injusticia, vida sin dolor, felicidad sin temor y gozo sin lamento; alegría sin fin. Felices, ciertamente felices los que moren allí. Trabajamos, nos esforzamos, nos negamos a nosotros mismos o nos privamos de comodidades, y sufrimos en procura de estar pronto en esa nueva tierra. Amén.

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