Hoy con Cristo
Cada día estamos más cerca de la gloria

<STRONG>Hoy con Cristo<BR></STRONG>Cada día estamos más cerca de la gloria

La verdad del versículo es hoy más pertinente, si se considera que vivimos en un tiempo donde las crisis en todos los órdenes van en aumento, y allí el remedio bíblico es echar mano de nuestra gloriosa esperanza. Si alguno viaja en transporte público apretujado e incómodo, la manera de suavizarlo es pensar que cada segundo está más cerca de salir de esas incomodidades. Sabemos que cada día estamos más apretados, el espacio para el Creyente se va reduciendo, hay poca disponibilidad para el bueno y honesto.

Entonces será nuestra defensa y sabiduría amarrar el alma a esta verdad: “Ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos”. No es sabio poner la mirada sólo en nuestras circunstancias presentes, sino hacer uso del tiempo y elevarnos más allá, hacia nuestra esperanza de gloria eterna.

La providencia nos ha puesto allí, hagamos buen uso de ello.

Al leer este pasaje podrá notarse que de manera natural el escritor divino lo divide en dos partes: Por un lado el indicativo del tiempo: “Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día” .

Y por el otro el imperativo o lo que estamos mandados a hacer en tal tiempo: “Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidias, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne”.

Lo que alegra y moviliza la voluntad del Creyente es esto, la esperanza de gloria.

Que sea cada día motivo poderoso para recordar que estamos más cerca de la gloria que cuando creímos, o que la ocasión es propicia para reverdecer nuestra esperanza del paraíso. Amén.

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