Hoy con Cristo
Cristo es el Sol y protector de los justos

<STRONG>Hoy con Cristo<BR></STRONG>Cristo es el Sol y protector de los justos

Es necesario tener una lámpara cuando uno se encuentra en un lugar oscuro, y la ley de Dios es una lámpara para disipar la oscuridad de este mundo y guiar nuestros pasos en seguridad.

Cristo es el Sol de los justos, brilla sobre nosotros por la Palabra de Su Gracia, iluminando nuestras mentes en el conocimiento de cada útil verdad, y llevándonos  hacia un mundo mejor, donde esperamos conocer y experimentar la verdadera felicidad, el deleite eterno, el anhelo ferviente de nuestras almas.

Esta cláusula contiene dos asuntos: Por un lado, que hay una senda de felicidad: “Camino de vida”, una vía para ser librados de la muerte, y donde nuestra esencia como ser racional puede ser acentuada y mejorada, y por el otro, que esa vía tiene un nombre muy específico: “las reprensiones que te instruyen”, no todos los reproches son buenos, solo los que instruyen benefician, porque cuando carecen de instrucción entonces no están motivados por el amor verdadero o son hechos en ignorancia; en tal caso no sería una buena reprensión, sino un hablar ofensivo o injurioso.

El reproche Cristiano es muy necesario para santificarnos.

Entonces el reproche cristiano es en general: “El tierno y fiel argumento que decimos a un hermano en privado, con el fin de rescatarlo del error para traerlo a la verdad, y cuya causa es el celo por la gloria de Dios, y el amor a nuestro prójimo”. Se ha dicho tierno argumento, pero no estamos ajenos a que los médicos puedan, en ocasiones especiales, emplear el afilado bisturí con la debida delicadeza y ternura; no obstante debe quedar establecido que no hay una regla fija en cuanto a su grado o intensidad, porque para algunos será más tierno, en cambio a otros pudiera ser más cortante:  “Camino de vida son las reprensiones que te instruyen”.

Amén.

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