Hoy con Cristo
El buen hablar requiere estudio

<STRONG>Hoy con Cristo<BR></STRONG>El buen hablar requiere estudio

Es una regla generalizada que los hombres han de estudiar las cosas que son difíciles, pero ¿habrá algo más difícil que desarrollar una buena comunicación?

Por el contexto bíblico, las palabras que merecen este honroso título tiene que ser la verdad; porque la falsedad y el error nunca deben ser hablados, o que cuando el hombre sabio dice “palabra” se refiere a las palabras de verdad; entonces debemos estudiar lo que vamos a decir antes que salga por la boca; el buen hablar requiere estudio previo; de otro modo: “Manzana de oro con figuras de plata. Es la verdad dicha como conviene.” Una buena comunicación tiene la peculiaridad de tomar con facilidad nuestras mentes y enamorar nuestro entendimiento. Es usual con los abogados, los políticos, los predicadores estudiar sus palabras antes de hablarlas. Una buena comunicación es más preciosa que el dinero y nutren el alma tanto como la comida el cuerpo. La gloria del ser humano es su lengua y ha de usarla para la gloria de Dios y el bien del prójimo. El buen hablar tiene tanto valor, que alguien pudiera ser pobre y aun así ser rico en cómo y cuándo habla; la sabiduría de sus labios le honraría. Le ponemos más y mejor atención a las palabras de un intelectual pobre, que a un rico.

La buena comunicación ha de ser en la verdad y en ocasión oportuna, ya que hay ocasiones en que no es correcto decir la verdad; nada sino la verdad debe ser hablado, pero aun así la verdad tiene su ocasión. De modo que alguien puede hablar la verdad y no ser para edificación, sino para destrucción. Hablar bien es expresarse con agrado y provecho a quienes escuchan, y es aquí donde las palabras ganan su ventaja. Allí las almas son revividas, los abatidos aliviados. El sabio no sólo considera lo que va hablar, sino también que habla a su prójimo teniendo en cuenta la ocasión y el lugar, o que uno hace el esfuerzo para agradar al prójimo, sanar sus sentimientos ofendidos, inspirarle confianza y buenos afectos. Amén.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas