Hoy con Cristo
Es imposible no encontrar tropiezos 

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“En los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación” (2 Pedro 3:3)

Este texto es una precaución apostólica para que aquellos hermanos no fueran sorprendidos por la impiedad que habría de sobrevenir en los últimos días, o librarlos de los impedimentos que pudieran poner en sus caminos los malos espíritus. Entonces, si para aquel tiempo fue cierto, cuanto más ahora, ya que estamos más cerca de la hora final. Notemos su mensaje: que por palabras escritas o habladas, maneras o ejemplos, el cristianismo sería puesto en duda generalizada por los burladores, una nube de malos prejuicios se levantaría sobre la tierra y pondría en cuestionamiento la existencia de Dios.

Este pasaje no menciona la palabra ateísmo, pero sí el concepto, ya que se burla del regreso de Cristo, o que Jesús fue hombre mortal, no el Hijo de Dios, e indica que todo es un proceso constante sin intervención del Creador: “Todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación”; lo que muchos creen, que la materia o universo es eterno. Eso es ateísmo. La profecía bíblica de hace dos mil años, predijo el surgimiento de los ateos modernos.

Lo hemos visto de diferentes maneras, el comunismo, el existencialismo, el Código Da Vinci, las profecías de Nostradamus, la historia de Judas, y así muchos otros. Imposible no encontrar tropiezos en el camino, se levantarán piedras para impedir nuestro avance, pero si somos advertidos, cuando lleguen, el daño que hagan, en el peor de los casos, será disminuido; y además la fe saldrá fortalecida, ya que concluiremos que Dios nos cuida y advierte el peligro antes que llegue. Eso encontramos en esta profecía. El pecado tiene miles de lenguas y diez mil encantamientos para enredarnos. Oremos siempre como dijo Lutero: “Que Dios me ayude”. Amén.

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