Hoy con Cristo
Señor líbrame de mis propios errores

<STRONG>Hoy con Cristo<BR></STRONG>Señor líbrame de mis propios errores

Este versículo inicia con una conjunción: “Y” que une lo que sigue con lo anterior. Antes el escritor dijo: “En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica.” (v1). Al leer ambos textos uno concluye que hay asuntos que realmente uno sabe y otros que se los imagina o no lo sabe como debiera.

Hay conocimientos que empiezan bien pero luego la imaginación los echa a perder; en asuntos religiosos, al decir del pasaje, esto puede ser muy común, lo cual se hizo presente entre los hermanos de Corinto. Existieron algunos que habían sido instruidos en asuntos filosóficos, o en cultura académica del mundo, concluyeron que debido a que tenían más escuela que los otros, eran más capaces de comprender el Evangelio; se creyeron superiores al resto de sus hermanos y, ante ese común mal, el escritor divino les sale al frente: “Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.”

Su imaginación les nubló los ojos y, en lugar de crecer espiritualmente, decrecieron. Inferimos: Que a pesar de que la imaginación es un instrumento de ayuda a la mente, a menudo nos engaña. El crecimiento espiritual se mide, no tanto por lo que tiene el cerebro, sino por el amor que gobierna el corazón; nótese: “El conocimiento envanece, pero el amor edifica”. Hoy día las cosas no han cambiado mucho, pues algunos con títulos universitarios se creen entender correctamente el Evangelio, cuando la triste realidad no es así, sino que están envanecidos. Su imaginación altiva los engaña.

Vivimos en un mundo donde esta publicidad permea casi toda actividad  humana, de continuo se nos está tentando a ese sentido de excelencia individual contra el prójimo, y alimentando esa imaginación de un bienestar que nunca llega. Dime tú, en qué aprovecha sentirte superior a tu prójimo, ¿Te ayuda eso a morir con la bendición del Señor?; no definitivamente no.   Amén.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas