Hoy con Cristo
Ser nacido de Dios es un cambio interno

<STRONG>Hoy con Cristo<BR></STRONG>Ser nacido de Dios es un cambio interno

Nuestras palabras hoy serán para iluminar esta hermosa frase: “Nacido de Dios”. No es lo mismo ser formado por Dios, a ser nacido de Dios; todas las cosas fueron formadas por Él, pero no se dice que todas son nacidas de Dios. “Nacido de Dios” es únicamente aplicada a los que son nuevas criaturas en Cristo. Ellos reciben dos cosas en la regeneración; vida y semejanza. Un fotógrafo puede hacer una foto semejante a él mismo, pero nadie diría que la figura es nacida de él; el cuadro no tiene vida. Tampoco el dar vida es suficiente, pues el sol da vida a los árboles, pero no son renacidos del sol, no hay semejanza.

Ser nacidos de Dios es tener la vida espiritual y la semejanza con el Señor Jesucristo. Cuando el hombre engendra un ser humano a su imagen y semejanza, entonces se puede decir que una persona ha nacido. Ser nacido de Dios es un cambio interno tan completo y profundo, que es como pasar a una nueva existencia. Es la introducción en el alma humana de la simiente celestial, un nuevo principio de vida, una naturaleza divina, una nueva voluntad, una conducta y norma de conducirse opuesta a la anterior, como está escrito: “Una nueva criatura”. Como alguien bien ha señalado, el Espíritu Santo obra en el alma; produce cambios en su carácter y conducta.

La gracia de Dios es como el fuego y la luz; no puede esconderse, no está en reposo, siempre está obrando; en continuo progreso, luchando contra el mal. Una causa espiritual producirá efectos espirituales; así, quien es nacido de Dios, es conocido por un hablar y actuar espiritual. Resumiendo, ser nacido de Dios es tener la vida que imparte el Espíritu, y la semejanza de Cristo; esto es, tener una naturaleza divina, lo cual se manifestará en vivir y andar en una manera piadosa. El Creador te ha dado una nueva naturaleza,  de tal manera si haces amistad con el mundo estarás contra la ley de Cristo. Amén 

Publicaciones Relacionadas