Quiero comenzar pidiendo perdón a mi Dios por si en algún momento le he fallado y reflexionar sobre la conciencia de cada individuo, para pedir perdón al prójimo. Deseo perdonar a todos los que han actuado en contra de la nación en la forma siguiente:

1. Perdonar a todos los presidentes de la República que hemos tenido desde 1844 al presente, porque han trabajado poco en el desarrollo sostenido de cada dominicano y, en consecuencia, no se ha logrado el desarrollo económico que tienen otros países de la región. Los colonizadores españoles entraron a América por la isla Española y de Santo Domingo salió la mayoría de las expediciones que fueron a colonizar otras tierras. Se creó la primera universidad en 1538, que actualmente se conoce como UASD, donde los rectores y profesores hay que perdonarlos, porque no han sabido llevar a un sitial de primera línea los estudios de nuestra Universidad y cuando uno busca el ranking de las mejores universidades americanas, no aparece.

2. Perdono a los políticos por sus actuaciones y recordarles que la misión principal de ellos, al llegar al poder, es trabajar por el bien común, educando al pueblo, con el ejemplo, respetar la Constitución, las leyes, decretos y reglamentos. Un país en que los ciudadanos no tengan respeto en el cumplimiento de las leyes, no es un país civilizado. Jacobo Majluta en un programa de Nuria expresó: “El que cree en políticos, no cree en Dios”. Precisamente, por eso pido perdón a ellos, con el objetivo de que pidan perdón al pueblo y reflexionen y se hagan una auto crítica y pidan perdonar al pueblo por todas las cosas mal hechas que han realizado y puedan encausarse por el camino de la justicia y el bien común. Todos los políticos deben recordar la palabra del evangelio en el Nuevo Testamento, que dice: “Por sus frutos los conoceréis”; pensar que estamos en un período de elecciones, donde el 15/05/2016 habrán elecciones presidenciales, senatoriales, diputados, alcaldes y munícipes. Todos los candidatos deberían hacer un compromiso con ellos mismos de que primero está la patria y es una obligación trabajar por el bien común, olvidando las ambiciones malsanas.

3. Quiero perdonar al presidente de la Suprema Corte de Justicia y al Procurador General de la República y a la vez invitarles a que reflexionen un poco, porque al bajo nivel en que ha caído la justicia dominicana ellos, para dar un ejemplo a la sociedad, deben renunciar a sus cargos, como hacen en todos los países civilizados, cuando los funcionarios públicos no han cumplido con sus deberes en sus respectivos cargos, renuncian, con la esperanza de que el nuevo incumbente, que llegue al puesto, lo haga mejor y pueda aplicar justicia. Que Dios bendiga al pueblo dominicano, para que en el 2016, pueda comenzar un camino al desarrollo sostenido.