Hoy es 12/12/12, una fecha irrepetible para el mundo, pues nos pone al frente con una triple coincidencia numérica que no nos deja de sorprender.

Independientemente de que nos gusten las matemáticas o no el hecho de experimentar  una coincidencia tan particular nos lleva a pensar por qué sucede y cuál es su significado.

Mucho más si nos percatamos que al sumar los últimos dos dígitos de nuestro año de nacimiento con nuestra edad, la respuesta siempre será 12.

Así, en lo que llevamos de siglo se han ido produciendo fechas peculiares sucesivamente (01/01/01. 02/02/02. 03/03/03…), hasta llegar a este año en el que diciembre impedirá que la correlación numérica continúe.

De esta forma, la próxima vez que el calendario nos regale esta coincidencia será el 01 del 01 del 2101, es decir, dentro de 89 años. Por lo que sólo los más jóvenes de hoy, y más ancianos del futuro, podrán decir que vivieron ambos días.

Todas estas coincidencias han dado lugar a infinidad de teorías supersticiosas como ocurriera el 11/11/11 cuando muchos creyeron que ese día nacería el ‘anticristo’. La explicación residía en que la suma de los dígitos resultaba ‘6’, y ese número se asocia popularmente a la figura del demonio.

Sin embargo, cabe matizar que todas estas cábalas sólo las tiene la parte del mundo occidental que se rige por el calendario gregoriano. Musulmanes, judíos o hindúes llevan una numeración diferente. Incluso otras zonas del mundo se rigen por el calendario persa.

Así que la idea de grandes cataclismos o hechos fantásticos por estas coincidencias, si los hubiera, serían sólo de cara a una parte del mundo.

Otros significados. Para teólogos y psicólogos, la fecha significa un cambio mental que implica la necesidad de meditar pasear al sol o estar en contacto con la naturaleza son las más recomendables. Esto lo atribuyen porque la fecha trae una luz, códigos de activación que necesitamos para recordar.

Son códigos de una vibración muy alta. Cuanto más elevada sea la propia vibración durante del día más armónica resultará la entrada de la luz y su anclaje en cada uno de nosotros.