Hoy hombre… mañana mujer

Hoy hombre… mañana mujer

EFE. REPORTAJES.¿Sabía que la edad del paciente influye en el número de intervenciones necesarias para un cambio de sexo? ¿O que cuanto más joven es la persona operada menos cirugías requiere? ¿Estaba al tanto de que el cerebro de un transexual que se siente mujer reacciona como uno femenino en vez de uno masculino?

Son algunos de los aspectos menos conocidos de una de las intervenciones quirúrgicas más complejas -las operaciones de cambio de sexo- a cargo de equipos compuestos por cirujanos plásticos, endocrinos, psiquiatras, psicólogos, ginecólogos y urólogos cada vez más especializados en este campo.

“El reto actual al que nos enfrentamos los cirujanos plásticos reside en la cirugía genital del cambio de mujer a hombre, ya que es muy complicado conseguir un órgano masculino a partir de tejidos del cuerpo”, explica el doctor Iván Mañero, cirujano plástico y director de la Unidad de Género del Hospital Clínico de Barcelona.

“Por este motivo –añade el experto- estamos buscando soluciones y lo más probable es que el futuro de estos pacientes pase por el trasplante.

Esta opción técnicamente ya es posible, pero hay que superar una fase de comprensión por parte de la sociedad y de los potenciales donantes”.

El cambio de sexo no comprende únicamente una cirugía genital, sino que va más allá. “Los pacientes transexuales no sólo se preocupan por sus órganos genitales. Ser una mujer o un hombre son muchas más cosas y esas cosas también se consiguen con la cirugía estética”, explica Mañero, miembro de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).

Un cambio de sexo completo

Para conseguir un cambio de sexo completo en el caso de un hombre que quiere ser una mujer es necesario realizar varias cirugías: colocar implantes mamarios, extirpar la nuez, cirugía facial para la feminización de la nariz, de los pómulos y de los ángulos mandibulares y liposucciones para redistribuir la grasa. 

“La cirugía más espectacular es la eliminación de los arcos supraciliares, es decir, quitar el reborde de los huesos que los hombres tienen encima de la cejas y que masculinizan mucho la cara”, apunta el cirujano plástico.

Las cirugías que se precisan para el cambio de mujer a hombre, son mucho menores: una mastectomía, la eliminación de los órganos internos (útero, ovarios y trompas) y la reconstrucción genital.

Luces y sombras de la cirugía genital. La causa de que los transexuales de mujer a hombre no requieran más intervenciones es que al tomar testosterona, hormona muy potente, ya consiguen masculinizar la voz, el crecimiento del vello en las zonas propias de los hombres, la caída de pelo en forma de entradas y el aumento de grasa en el abdomen.

“Por este motivo, a pesar de no estar actualmente conseguida la cirugía genital, estas personas tienen muchos menos problemas sociales porque en cuanto toman testosterona son auténticamente hombres de aspecto y su integración social y laboral es absoluta”, apunta Mañero.

Según diferentes estudios que se efectúan en el Hospital Clínico de Barcelona “el cerebro de un transexual que se siente mujer reacciona como un cerebro femenino no como uno masculino».

“Existe algo estructural y sólo queda encontrarlo”, añade.

El número de intervenciones que precisa un paciente transexual para realizar el cambio es variable y depende de muchos factores.

“El más determinante es la edad del paciente, ya que cuanto más joven menos cirugías se necesitan”, indica Mañero.

Durante la adolescencia se producen cambios corporales que podrían ser bloqueados para evitar la cirugía.

“Si en el cambio de mujer a hombre pudiéramos frenar el crecimiento del pecho en la adolescencia, evitaríamos la mastectomía; si en el cambio de hombre a mujer consiguiéramos que la testosterona no desarrollara el cráneo con forma masculina, evitaríamos la cirugía maxilofacial”, señala.

“Por este motivo, -continúa el especialista- el número de cirugías que se realizan hoy en día es mayor del que sería necesario si el problema se comenzara a tratar de forma temprana”.

Según el experto de la SECPRE, el 100% de los pacientes transexuales quieren operarse, pero existe un porcentaje que no lo hace por miedo a la intervención, por problemas económicos y por miedo al rechazo familiar, laboral y social.

“Después de muchos años de experiencia, conozco casos de pacientes que han sido rechazados por los suyos, pero no existe ningún paciente, de los cuatrocientos cambios de sexo que he realizado, que se arrepienta de su decisión”, finaliza.

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Rachazo social

“Después de muchos años de experiencia, conozco casos de pacientes que han sido rechazados por los suyos, pero no existe ningún paciente, de los cuatrocientos cambios de sexo que he realizado, que se arrepienta de su decisión”, comenta el cirujano Iván Mañero, especialista del Hospital Clínico de Barcelona, en España.

Menos intervenciones

Los transexuales de mujer a hombre requieren menos intervenciones porque, al tomar testosterona, consiguen masculinizar la voz, el crecimiento del vello, la caída de pelo en forma de entradas y el aumento de grasa en el abdomen. Ahora  se  consiguen resultados satisfactorios.

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