¡Hoy lloro por ti, Barahona!

¡Hoy lloro por ti, Barahona!

JOSÉ B. GAUTIER
Me desnudo. En realidad como soy un Juan Bobo, un idiota cualquiera en este mundo “globalizado”, uno más del montón de los que forman esta colmena llamada nación dominicana, no sé qué pasaría, -pobre de mí, “buubuu, buubuu”-, no me imagino, “chaquete, chaquete”, -cómo reaccionaría el pueblo norteamericano en este caso-, “¿tu spike ingle?”, -si al gobierno fundamentalista de la República Islámica de Irán se le permitiera, por acuerdo unilateral del presidente Bush, sin ratificación congresional, establecer una base militar en territorio de los Estados Unidos de América, ocupando la zona con toda la fanfarria militar más moderna, portaviones, helicópteros y aviones con vuelos nocturnos, supervisados por radares y aviones de reconocimiento, satélites, anfibios, camiones, tractores, tanquetas, muchos artillados, miles de soldados armados hasta los dientes y portando banderas con la media luna (en vez de las estrellas), y además con el respaldo moral de una arsenal de bombas atómicas-, simplemente para construir cuatro sencillas clínicas médicas en New Orleans, estado de Louisiana, en labores humanitarias para beneficio de los numerosos African American desamparados (muchos de ellos creyentes musulmanes) que fueron victimas del terrible huracán Katrina que azotó a esa bella ciudad sureña (residuos de la colonización francesa, patrimonio cultural de la humanidad)  el año pasado.

Esta ayuda humanitaria desinteresada del gobierno islámico de los Ayatolas en Irán a la pobre y abandonada población de color norteamericana (puesta en evidencia por Internet durante la catástrofe ciclónica) podría ser aumentada para construir las esclusas de agua y los muros que protegen la ciudad afectada por  las avenidas del río y de un lago vecino, ya que el Cuerpo de Ingeniera del Ejército de los Estados Unidos, (hoy lloro por ti, Barahona), ha sido incapaz de resolver el problema de las inundaciones que amenazan la ciudad sobre el río Mississipi en el caso de llegar otro huracán.

En este columpio de desigualdades e iniquidades globales, un gobierno dominicano (lo señala el rumor público) ha vendido la soberanía nacional a los Estados Unidos de América, (¡Oh Santa Reelección cuantos crímenes se cometen por tu sagrado nombre!) permitiendo, mediante la firma de un adefesio jurídico llamado “Nuevo Horizonte”, -que tropas militares norteamericanas humillen nuestras libertades ciudadanas con el poder de las botas y permanezcan, como dueños de la casa-, indefinidamente en el territorio nacional, sin que nadie pueda poner el cascabel al gato.

Se debe ser un político muy charlatán y como gobernante a la vez, muy escaso mental o ingenuo o haber actuado de muy mala fe para tomar una decisión tan grosera y estúpida como la de permitir tropas extranjeras dentro del país. ¡Una barrabasada política de esa magnitud no la comete una persona cuerda! ¡Qué falta nos hace un doctor Zaglul para poder cedacear el grado de locura a los candidatos aspirantes a cargos públicos!

¡Hoy lloro por ti, Barahona! ¡Barahona, la de las Casandras y las Marías! ¡Barahona, la de las águilas marinas! ¡Barahona del Sur, paraíso de las mil maravillas ecológicas,- sal, yeso y azúcar,- hoy lloro por ti! ¡Mañana.Mañana cuando el país esté totalmente vencido por la traición de los Judas y ocupado por las fuerzas militares norteamericanas quizás ya sea tarde para luchar y entonces todas nuestras lágrimas caigan como cayeron las de Juan Pablo Duarte, en algún rincón abandonado y perdido del mundo o quizás en el mismo torrente de agua del río Orinoco, en Venezuela, en un permanente exilio de la Patria!

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