Hoy 30 de mayo se cumple el 63 aniversario de la muerte del dictador Rafael Leónidas Trujillo, quien manejaba el país desde el 1930 en una de las dictaduras más represivas de la región. Para el destacado historiador Juan Daniel Balcácer fueron múltiples las causas que desencadenaron en el ajusticiamiento de Trujillo, quien tenía total control a a nivel político, militar y económico.
“El régimen había entrado en una etapa de deterioro y resultaba ya anacrónico. A escala internacional se producían cambios que anunciaban una nueva era en la que ya algunos sistemas políticos no encajaban. Trujillo en persona exhibía un desgaste físico y no concebía la posibilidad de abandonar el poder por vía pacífica. Se recrudeció la represión política y diferentes sectores comenzaron a pensar en la posibilidad de eliminar la tiranía”, expone Balcácer entre las causas que se conjugaron para acabar con la dictadura.
Puede leer: ¡12 rescatados y 23 acueductos dañados! Los daños que ha dejado las últimas lluvias
En cuanto al apoyo de los Estados Unidos para derrocar a Trujillo, Balcácer destaca que hacia el final de la administración de Eisenhower, consideraron conveniente un cambio político en Santo Domingo y le sugirieron a Trujillo que renunciara, lo que rechazó.
Agrega que en principio, se mostraron favorables a que un grupo de disidentes del régimen destituyeran al dictador, fuera mediante el golpe de Estado o mediante el tiranicidio, “como la primera modalidad era casi imposible, se decidió por la segunda”.
Indica que los Estados Unidos ofrecieron un tímido apoyo moral en armas. “Pero es importante subrayar que el ajusticiamiento de Trujillo fue realizado por hombres de gran valor que continuaron con el plan tiranicida aún a sabiendas de que los norteamericanos no les habían brindado el apoyo necesario”.
Sin relevo
Sobre por qué Trujillo no impulsó a su hijo Ramfis como posible sucesor, Balcácer recuerda que Trujillo hizo modificar la Constitución para que Ramfis pudiera acceder a la cima del poder. Su decepción fue comprobar que su hijo Ramfis Trujillo no estaba interesado en los asuntos de Estado y era más inclinado a la vida de playboy que llevaba con sus amigos, especialmente con Porfirio Rubirosa.