Al cumplirse hoy 53 años del golpe de Estado al gobierno constitucional del profesor Juan Bosch Gaviño, cobra más fuerza la advertencia que ese mismo año hizo el expresidente a Estados Unidos, a quienes llamaba Yanquis, “que nunca más podrían producir otro golpe de Estado a la República Dominicana”, y así ha sido.
El político y presidente del país durante siete meses (del 27 de febrero de 1963 al 25 de septiembre del mismo año), afirmó que el golpe de 1963 fue dado por la “misión militar norteamericana, no quieren oírme -repetía-, quién puede saber eso mejor que yo, y los Yanquis no darán otro golpe de Estado en este país, porque el golpe de Estado de 1963, los llevó a la intervención de 1965, no van a repetir un golpe de Estado más aquí”.
Se refería a la Revolución de Abril de 1965, conocida también como guerra civil dominicana, que inició el 24 de abril y terminó el 3 de septiembre de 1965, considerado el conflicto armado más sangriento de la República Dominicana en el XX, en la que civiles y militares leales a Bosch trataron de reponerlo en el poder, mediante el intento de derrocar al gobierno de facto (Triunvirato), que presidía Donald Reid Cabral, desde el golpe de Estado.
Este hecho provocó la intervención militar de 1965, con apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA), hecho por el que la OEA pidió perdón al país recientemente.
En 1966, se celebraron elecciones en el país y resultó electo presidente Joaquín Balaguer.
Golpe a Bosch. Con vehemencia, el intelectual dominicano que fue Bosch (escritor, educador, ensayista, novelista y cuentista internacional) defendía su verdad dentro y fuera del país, luego de ser sacado del poder en la madrugada del 25 de septiembre de 1963 y apresado, acontecimiento por el que tuvo que abandonar el país.
El golpe de Estado contra Bosch lo planificó la burguesía dominicana, empresarios junto a los militares golpistas, un sector de la Iglesia Católica y el respaldo de Estados Unidos, como narran historiadores, quienes eran contrarios a las ideas progresistas que aplicaba la Constitución de Bosch, de 1963, la cual reconoció la igual de derechos, los derechos laborales, de la tierra y anulaba monopolio.
A raíz del golpe del Estado, los militares disolvieron el Congreso Nacional y anularon la Constitución de 1963 y la declararon contraria a la ley de doctrina marxista-lenista.
Expertos. Luisa Navarro, directora de la Escuela de Historia y Antropología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), afirma que el golpe de Estado contra Bosch sigue afectando a la República Dominicana, ya que la propuesta de su gobierno era la esperanza que tenían todos los movimientos de resistencia contra la dictadura de su antecesor Rafael Leónidas Trujillo.
Consideró que el proyecto constitucional de Bosch se sustentaba en el programa de gobierno del movimiento de liberación, para que toda la población tuviera beneficios de los progresos económicos, como la reforma agraria desde el mismo campo, para eliminar los niveles de pobreza.
“Planteaba una educación abierta, democrática, y en términos jurídicos, ni se diga, era realmente un ordenamiento del país que nunca antes había tenido y que nunca ha llegado a tener”, señala la educadora.
Manifiesta que gobernaban los tres poderes del Estado, con una esencia moral y ética en la estructura, para plantear el desarrollo del país.
En tanto, el sociólogo Cándido Mercedes asegura que el golpe de Estado a Bosch constituyó la prolongación de la arritmia historia de nuestro país.
“Fue tan significativo ese golpe que todavía hoy, desde la perspectiva de la democracia, estamos pagando esa cruel ignominia”.
El excoordinador general de Participación Ciudadana está convencido de que el ese golpe de Estado fue la ruptura del orden institucional, del anhelo de todo un pueblo por la democracia.
Señala que lo que el establishment no pudo lograr a través de lo legal, de la legitimidad de voto, que es la base de la democracia, lo hicieron por el vil y pérfido golpe de Estado.
Expresa que esa ruptura con la democracia, jamás volvió a hacer igual, ello así, porque ascendieron al poder, los que habían perdido, esto es, la oligarquía, que trato de quitar a Trujillo, para prolongarse ellos en el poder.
“Esa oligarquía, recreada a través del Triunvirato, fue la encarnación del robo, latrocinio y la coerción.
Mercedes recuerda que luego, vino el presidente Balaguer, quien realizara un Estado Bonapartista, con un desarrollo dependiente; con una democracia castrada”.
Concibe a Bosch como el arquetipo del verdadero demócrata, Estadista, de fuerte honestidad política y ética-moral.