Las obras recientes de HRSURIEL provocan en el espectador atento y sensible una ansiedad cognitiva y una irresistible predisposición reflexiva sobre el dualismo, los límites y los entrecruces incesantes entre ética y estética; lo real y lo no real; lo malo y lo feo; lo bueno y lo bello. Frente a una reacción simbólica abierta y polivalente como la titulada “Jet Pilot: Justicia Teratológica”, estalla inevitable esta cuestión: ¿si alguna vez triunfara lo ético sobre lo estético, implicaría tal victoria la presunción de un mundo humano y un instante espiritual mejores y menos atractivos, ya que el bien resulta y debería ser superior a la belleza, especialmente la superficial e intrascendente?…

La insólita capacidad reveladora se establece como una de las claves distintivas de la producción simbólica del multidisciplinario y destacado artista dominicano HRSURIEL (1979). En su reciente producción, llama poderosamente la atención de especialistas y pensadores del arte contemporáneo, un progresivo cuerpo de obras pictóricas cuyos elementos estéticos y conceptuales de mayor lucidez y efectividad resultan su insólito poder expresivo, su delirante recursividad visual y su desconcertante potencial metafórico

En este cuerpo destacan obras de un impacto visual estremecedor y una riqueza metafórica intensamente conmovedora que provocan en el espectador un estado de inquietud mental incontenible, tales como las tituladas “Count Turf: Alegorías de falsos ingredientes” (2019); “War emblem: Dubmonster”; “Hill Gail: Palimpsesto (2018); “Iron Liege: Círculo diabólico” (2019) y “Jet Pilot: Justicia Teratológica” (2019), entre otras tantas de rigurosa factura estética y notable profusión de fisuras proféticas.

Precisamente, por la actualidad de la problemática que aborda en nuestro contexto, en esta ocasión, vale registrar una obra de HRSuriel que, desde mi particular punto de vista, constituye una de las reacciones pictóricas más enigmáticas y perturbadoras del artista.

En efecto, en su obra pictórica titulada “Jet Pilot: Justicia Teratológica”, HRSuriel vuelve a utilizar un recurso expresivo-alegórico muy propio de su íntima dicción simbólica. Este recurso consiste en la representación de los seres humanos con máquinas, aparatos, dispositivos tecnológicos y partes bestiales acopladas a los órganos y prolongaciones de sus cuerpos.

En el primer plano de un espacio visual fijado con fuertes pinceladas y gamas oscuras, grisáceas, tétricas y sombrías, aparece un grupo de cinco personajes híbridos con cabezas de rapiña: ¿halcones, águilas, urracas o cuervos?, luciendo indumentaria de letrados o jueces que parecen litigar en una especie de tribunal justiciero.

Se trata de una imagen icónica, poderosa y cáustica que nos remite ipso facto hacia los territorios del absurdo, lo paradójico, la perplejidad y la abyección. Justo en el centro de la composición, HRSuriel estampa en letras góticas y con ironía abrasadora la inscripción “Justice League”. Sobre el plano central inferior, imprime su firma como activo criptograma autorreferencial.

El mismo título se torna aún más rizomático. La teratología es la disciplina científica que desde la biología, la zoología y la embriología, estudia las anomalías, malformaciones o “monstruosidades” del organismo animal o vegetal. El término proviene del griego antiguo: ?e?at?? (theratos) que significa monstruo y ????a (logía) que significa estudio o tratado.

Claro, el ensayo pictórico-teratológico de HRSuriel, no busca movilizarnos hacia un tratado de las deformaciones, anomalías y monstruosidades biológicas, sino más bienhacia el desafío de las aberraciones, manipulaciones, infamias y desatinos que traspasan y definen el espectáculo de lo social, lo político, lo jurídico, lo moral y lo cultural en el tortuoso instante humano de la posmodernidad y la posverdad.

Como propuesta simbólica de lectura abierta y significado polivalente, “Jet Pilot: Justicia Teratológica”, opera también como una reacción metafórica a través de la cual HRSuriel nos aproxima al estudio de lo monstruoso ya no como una noción médica, sino, precisamente, como nueva categoría analítica que nos permitirá la reflexión despejada sobre las mixtificadas razones y los oscuros cimientos de las deformidades y disfunciones del sistema jurídico y las instancias judiciales en la mayoría de las sociedades democráticas contemporáneas.

La teratología estética y poética que nos propone HRSuriel en esta pintura de sobrecogedora fuerza expresiva, libera la posibilidad de un desbordante aluvión de prospecciones reflexivas y líneas epistémicas orientadas hacia el auspicio de la percepción y la exploración críticas relativas a la misma etiología del truculento proceso de corrupción y monstrificación que hoy resisten las instancias jurídicas, las leyes y los códigos éticos radicales de la modernidad.

“Jet Pilot: Justicia Teratológica”, provoca y reclama su lectura despejada como una propuesta pictórica espectrológica de axiomática dignidad en la que HRSuriel materializa una íntima y esplendorosa resignificación de la teratología como estrategia estética y como categoría crítica de lo político, lo jurídico y lo ético.

Desde este especializado espacio imaginario, activa una fantasmática inefable y una re-visión terriblemente incisiva del proceso de degradación de la justicia y del advenimiento del derecho penal como triste espectáculo de las pudriciones y monstruosidades de la razón y la legalidad del “establishment”.

Entonces, he aquí una subyugante y cegadora puesta en abismo de la realidad cotidiana del absurdo y el absurdo cotidiano de la realidad.