La violencia de las pandillas que luchan por el territorio en Haití a menudo está vinculada a actores estatales en supuesta connivencia con esos grupos armados, afirma este jueves el informe anual de Human Rights Watch (HRW), que se basa en informaciones de grupos de la sociedad civil.
El documento, que recopila los hechos más relevantes en el país durante 2021, expone la situación de violencia provocada por unas 95 bandas armadas en conflicto por el control de diferentes áreas de Puerto Príncipe, donde viven 1,5 millones de personas.
La inseguridad forzó el desplazamiento de sus hogares de 19.100 personas en la zona metropolitana de Puerto Príncipe en 2021, señala el informe.
Esta situación de violencia se habría visto exacerbada por la supuesta complicidad entre políticos y bandas que actúan en algunos barrios conflictivos de la capital, señala el informe de la ONG.
“En Cité Soleil murió un menor en enfrentamientos entre bandas en los que también murieron 10 de sus miembros y en Delmas 32 y otros barrios, hombres armados mataron a 19 personas”, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
Al momento de redactar este informe, nadie había sido acusado ni condenado por estas masacres, denunció HRW, que en el documento menciona al expolicía Jimmy Chérizier, alias “Barbecue”, líder la federación de pandillas G9 an Fanmi e Alye.
Chérizier está presuntamente implicado en la mayoría de las masacres perpetradas en los barrios más conflictivos de la capital y permanece en libertad, denuncia el informe.
La crisis sociopolítica que venía arrastrando Haití se recrudeció en 2021 tras el magnicidio del presidente Jovenel Moise, perpetrado el 7 de julio, suceso al que siguió un terremoto de magnitud 7,2 que sacudió la península sur del país, dejando 2.246 muertos más de 12.700 heridos, 329 desaparecidos y 26.000 desplazados, recuerda el informe.