Huber Matos y dos entidades
piden libertad de 75 disidentes

Huber Matos y dos entidades<BR>piden libertad de 75 disidentes

Por FIOR GIL
El anticastrista Huber Matos y dos organizaciones del exilio cubano demandaron ayer del gobierno de su país la libertad de 75 disidentes del régimen, incluyendo 25 periodistas, a los cuales, según denunciaron, se tortura y se mantiene en celdas solitarias.

Matos dijo que los presos frecuentemente son sometidos a torturas por ser opositores al régimen cubano, según han señalado los propios presos. «Los Castro son implacables, demonios vivos, capaces de todas las mezquindades y todos los horrores con tal de quebrarle la voluntad a sus opositores», dijo Matos. Expresaron su esperanza de que se produzca un cambio en Cuba,  con Fidel Castro enfermo o no enfermo, «porque las condiciones que existen en el país son muy injustas y hay muchas personas que están luchando por un cambio dentro de la isla».

Matos habló en una rueda de prensa junto con la señora  María Lima y Janiseet Rivero, del Directorio Democrático Cubano; Hipólito Ramírez, de la Junta Democrática Dominicana (JDD) y César Darsan, presidente de la Juventud Revolucionaria Reformista, quienes denunciaron que en las cárceles cubanas continúan, en malas condiciones de salud, 25 periodistas disidentes del régimen.

En la actividad también participó el periodista Mario Rivadulla, en representación de la Asociación Cubana en la República Dominicana.

Los dirigentes en el exilio cubano y de la Juventud Revolucionaria Reformista dijeron que hacen sus reclamaciones en ocasión del cuarto aniversario del apresamiento de más de 75 disidentes, incluyendo los 25 periodistas.

«Han liberado algunos de ellos, pero hay más de 60 que permanecen presos», dijeron Lima, Rivero, Ramírez y Darsan y señalaron que de 13 presos que cumplían  prisión en sus casas por problemas de salud, uno murió en enero pasado debido a las condiciones infrahumanas existentes en las cárceles.

Expresaron que los presos están confinados con prisioneros comunes de alta peligrosidad y que algunos son atacados por miembros de la seguridad del Estado y no reciben atención médica ni religiosa. «Las visitas se las condicionan a la voluntad de la seguridad del Estado».

Asimismo denunciaron que la correspondencia de los presos políticos y periodistas son violadas y que la comunicación con la familia está limitada y bajo un estricto control, mientras que las condiciones alimenticias son terribles.   

Según las denuncias, los presos en su mayoría están enfermos, algunos crónicos, y citan el caso de José Gabriel Ramón Castillo, quien padece de cirrosis hepática y en condiciones difíciles porque no le brindan la alimentación que necesita y tiene mucha represión en la cárcel.

Indicaron que a Castillo hace un año se le diagnosticó cirrosis hepática y ha sido recluido en tres ocasiones en un hospital que hay en la cárcel y que se llama «Sala de Penados», el cual tiene celdas muy estrechas.

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