Huchi Lora, Premio Nacional de Periodismo, narra 50 años en la comunicación y más…

Huchi Lora, Premio Nacional de  Periodismo, narra 50 años en la  comunicación y más…

A los 8 años de edad, Luis Eduardo Lora Iglesias (Huchi) supo que quería ser periodista. Hoy, con 50 años de ejercicio, es considerado un comunicador completo, de estilo lúcido, apasionado, comprometido. Fue director de dos periódicos que fundó; caricaturista y guionista cinematográfico.

Huchi Lora, uno de los dominicanos más influyentes en el periodismo de este tiempo, de 69 años, fue declarado el lunes pasado “Premio Nacional de Periodismo 2016”, el más alto reconocimiento a un ejercicio que empezó detrás de una máquina de escribir, a los 19 años en el periódico El Nacional. El despegar ocurrió en el sexto semestre de la carrera, cuando el poeta y periodista Freddy Gatón Arce (1920-1994), entonces director del vespertino El Nacional de Ahora y director de la carrera de Periodismo, conoció sus calificaciones y de inmediato lo contrató. “Eso fue como si a un jugador de pequeñas ligas le dijeran mañana tú comienzas en el line-up de los Medias Rojas de Boston”, recordó.

El también productor de televisión narra sus inicios como si fuera ayer. Está sorprendido y agradecido con el premio del Ministerio de Educación. Lo recibe con alegría y dedica a su familia, a sus amigos de oficio y al propio periodismo, convencido de que los propietarios de medios de comunicación tienen que entender que el buen periodismo debe tener audiencia, credibilidad e imparcialidad.

Lora es vertical en sus principios, por lo que lanza la advertencia del daño que se le hace a la República Dominicana tener tanta “corrupción, impunidad y la justicia secuestrada”.

En su acostumbrado análisis social-cultural y político, destaca que un Presidente debería ser un ciudadano al que le pongan sobre sus hombros más responsabilidades que a todos los demás, pero que tiene que rendir cuentas, cumplir y gobernar para todos los ciudadanos. “Además, debe ser cabeza y parte de una autoridad horizontal, no vertical, para que sea democracia”. Le preocupa que se quiera fabricar un dictador en el país, a partir de los epítetos que le ponen sus seguidores, como “Papá, gran maestro, gran líder”.

Su celular no paró de timbrar durante la entrevista por las contínuas felicitaciones. Una fue del empresario José Luis Corripio Estrada (Don Pepín), para hacerle saber lo merecido que es su galardón. Lora aprovechó para manifestar la libertad de expresión que ha tenido en Telesistema, canal 11, propiedad de Corripio, ya que no le imponen línea en su programa “El Día”, de 6:00 a 8:00 a.m. En broma y en serio, Lora expresó que continuará en este canal hasta que Pepín lo bote.

Origen. Lora es oriundo de Bella Vista, en Santiago. Llegó a la capital del país en 1966 para ir a la universidad. Su apodo Huchi, viene por la mala pronunciación de su nombre que hacían algunos de sus 11 hermanos. Su vocación la definió en el seno de su modesta familia, en la que había dos cosas seguras: comida y lectura, suplidas por su padre, el poeta Armando; su madre, la educadora Altagracia (Doña Tata), a quienes recuerda como muy honestos y buenos. Conserva una hermana, Elina. Al ocurrir el ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo tenía 14 años. Sus padres comentaban lo del régimen en su presencia y de esa manera “aprendí el valor de la discreción”. Su gran amor es Betty Echavarría, madre de cuatro de sus seis hijos: Rubén, Diana, Eva y Roque, Sus dos primeros hijos son: Hugo y Janio.

Décima a políticos y otros, Lora es tenaz, cualidad heredada de su madre. Siendo periodista cubrió fuentes, como la Policía Nacional. Fue asistente de Radhamés Gómez Pepín (fallecido), en El Nacional, periódico que inició denunciando la corrupción, represión, muerte y tortura. Al ser amenazada la vida del periodista que cubría la Policía, Lora pidió le enviaran a esa posición y allí comenzó a ser apresado y amenazado.

Su crítica y su humor los derrocha en las caricaturas y en las décimas, una de ellas “El Tiburón Podrido”, cuestionó la decisión del presidente Danilo Medina de buscar la reelección presidencial. Al expresidente Leonel Fernández le escribió la décima “El Guachimán se durmió”, para cuestionarle que se autodenominara el “guardián de la Constitución y luego intentara modificarla para repostularse en el poder”.

Más décimas escribió a los expresidentes Hipólito Mejía, por comprar la reforma a la Constitución, y al régimen de Joaquín Balaguer, aunque en los gobiernos de éste último, fue apresado varias veces y amenazado de muerte. En una ocasión estuvo 13 días preso.

Seguirá valiendo la pena. Lora celebra llegar hasta aquí. Espera una vida con la longevidad que hay en su familia. Afirma que estos 50 años le han costado “mucho trabajo, sacrificios. Muchos sinsabores, pero también me ha dado muchísima satisfacción”. Se acuesta temprano para levantarse a las 3.50 a.m. al programa televisivo, diario. “Espero seguir haciendo eso mismo por mucho tiempo”. Todo le da placer. Se siente comunicador, como cuando escribe un merengue, un guión, una décima o cuando hace programas de radio; otra de sus facetas de abordar diferentes estilos. “Todo es comunicación, y a mí lo que me gusta es comunicar”.

Repasa su vida seguro de que ha trabajado con los mejores periodistas. Es contemporáneo de Juan José Ayuso y de Francisco Álvarez Castellanos, y fue amigo de los asesinados Orlando Martínez y Gregorio García Castro (Goyito). Laboró para los periódicos El Sol y Última Hora y fue co-fundador del periódico La Noticia, en 1973. “Ahora mismo hay muchachos y muchachas con una formación sólida, que leen, se expresan bien y escriben con un sentido de servicio a la sociedad”. Pero nota que antes había más empeño por el rigor de la precisión del dato. Lamenta que en el periodismo moderno se permita publicar notas enviadas sin cambiarle nada. Lora concluye, que en la libertad de expresión “siempre hay amenaza”.

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