HUCHI LORA
La clave del periodismo es la credibilidad

<P><STRONG>HUCHI LORA<BR></STRONG>La clave del periodismo es la credibilidad</P>

Nnunca se amilanó, aunque sus inicios en el ejercicio periodístico fueron difíciles,  a  principios de la década de los turbulentos años 60. En más de cuatro decenios  de labor  en periódicos y en la televisión ha padecido persecución, cárcel, intentos de censura, de soborno, intentos de asesinato, amenazas de muerte, chantaje e intimidación…

Ser periodista a tiempo completo, en distintas etapas de la profesión que ejerce y ama casi con vehemencia,  ha sido, quizás, una de las tareas más arduas de su vida. Pero el esfuerzo, el sacrificio de todos estos años de trabajo sin tregua ha valido la pena. La  cosecha de este afanoso oficio se resume en una palabra: Credibilidad.

Pocos periodistas dominicanos de su generación  han ejercido tan excitantemente esta profesión llena de tentaciones, que algunos consideran  una especie de  sacerdocio, porque cuando se ejerce con honestidad e imparcialidad, con absoluta independencia, a costa de cualquier sacrificio, tiene un nombre: Vocación.  Huchi Lora es justamente eso, un periodista de vocación y, además, con una bien ganada credibilidad en la sociedad dominicana, donde tiene un espacio logrado en  buena lid, basado en un trabajo cotidiano, incansable, sin estrellato, sin favoritismo, sin humos de grandeza, sin zancadillas.  Algunos lo definen como un roble del periodismo. Otros prefieren compararlo con otro  árbol más sólido, más duro y resistente: El Guayacán.

“Soy una persona humilde”, confiesa Huchi, cuyo nombre de pila es Luis Eduardo. Su experiencia, a lo largo de estos años, lo faculta a emitir opiniones  sobre el ejercicio periodístico en los últimos años en la República Dominicana, a comentar los avances tecnológicos de los medios de comunicación y a comparar situaciones pasadas y actuales.

Su carrera se inició en 1966, cuando el  presidente Joaquín Balaguer (fallecido) tomó las riendas del poder. Eran tiempos peligrosos para el ejercicio  periodístico. Amenazas, persecución, cárcel….y muerte.

 “Yo las sufrí todas, menos la muerte. Pero vi caer, asesinados, a compañeros míos, a Orlando Martínez, a Goyito García Castro. Hoy son otras las realidades, otros los peligros. Las amenazas no vienen tanto a la integridad física, pero sí hay que estar lidiando con presiones de toda índole o, mejor dicho, los dueños de los medios donde uno labora son los que tienen que lidiar con las presiones”.  Huchi sabe, por lógica, que los procesos traen cambios. El ejercicio periodístico no es una excepción. Incluso, conoce de mezquindades de personajes que, de forma atrevida, llaman a los propietarios de los medios “para que le den una pela a los periodistas, para que le callen la boca en esto, en aquello… Eso se usa mucho hoy en día”.

Los pros y contras del ejercicio

Lora opina que actualmente es más fácil hacer un periodismo cuestionando asuntos de los gobiernos de turno, pero es más difícil cuestionar cuestiones de grupos empresariales.

“Es más fácil que tú critiques al Presidente de la República que al presidente de una empresa o de un banco. Eso es preocupante. Estoy hablando en sentido general, no particular. No siento que el que diga o escriba algo hoy en día se está jugando la vida, como se la jugaba antes”. Huchi enjuicia la participación de periodistas en actividades políticas partidistas y asegura que esta es una profesión que se presta, y que muchos han sabido aprovecharla, para saltar y obtener beneficios, es decir, es un trampolín. Se refiere a los que usan el oficio como un medio, no como un fin.

“Esta es una profesión que muchos periodistas la usan para buscar otras cosas. Yo creo que el que tiene verdadera vocación por el periodismo no lo ve como un medio, sino como un fin. Por supuesto, los que piensan así tienen clara la responsabilidad frente a la sociedad”.

El privilegio de comunicarse con la sociedad en su conjunto conlleva  responsabilidades muy serias por parte de los periodistas. Entonces, cuando se ejerce el oficio  hay que definir claramente si servir  a la sociedad o a grupos particulares. Ahora bien, ¿están en peligro de extinción los periodistas honestos? Huchi cree que no, que hay muchos jóvenes talentosos que se abren camino en la profesión, quienes tienen la intención de hacer buen periodismo. “Yo confío mucho en la juventud. Creo que hay muchos jóvenes valiosos, talentosos, algunos preparándose muy bien. Tengo fe en que vienen esas nuevas generaciones, empeñadas en hacer el trabajo como Dios manda”.

No subestimar al público

Huchi Lora es cauto al responder cuando se le pregunta sobre  periodistas que, además de asumir una militancia política, utilizan los medios para hacer de voceros de los gobiernos de turno. “Si alguien está en esa situación, no le está sirviendo ni al periodismo ni al medio en que trabaja, ni mucho menos a la sociedad. Le está sirviendo al gobierno”. “El periodismo tiene una particularidad, y es que todo el mundo se da cuenta qué es lo que uno está defendiendo, distinto  a  un médico que cobre payola para recetar tales o cuales medicamentos, que el público no se enterará a menos que le hagan una investigación. Pero el  trabajo del comunicador  es al público. A quien  le pagan, le pagan para que diga o calle determinadas cosas, y cuando las dice o las calla, enseguida la gente se da cuenta”.

“El que no tiene independencia no tiene credibilidad”, sentenció.

Compra de conciencias

Para este veterano comunicador, la payola periodística no es algo nuevo en el país. Entiende que los partidos políticos que han gobernado después de la muerte de Rafael L. Trujillo han comprado, indistintamente, la conciencia de muchos periodistas. “Los tres partidos que han estado en el poder, los tres compran. Lo preocupante es que se incrementa cada vez más.

En cada gobierno hay cada vez más compra de voces. Lo de ahora no tiene precedentes en la cantidad, no en el hecho. En el hecho, todos los gobiernos han incurrido en la práctica. Y eso es muy preocupante para la sociedad”.

Como aspecto positivo para el ejercicio periodístico, Huchi Lora valora la diversidad de medios de comunicación existentes en el país, en los cuales la sociedad puede opinar sobre diferentes tópicos o denunciar situaciones irregulares. La población tiene mucho  para escoger.

“Creo que este país debe tener el récord mundial de emisoras de radio por metro cuadrado, de canales de televisión y de cable. La cantidad de medios que tenemos es una cosa impresionante. Ahora, con el Internet, cualquiera puede tener dos o tres periódicos digitales. Eso me parece muy bueno”.

Esto permite que la gente seleccione, es decir, que las personas pueden decidir a quién leen en  periódicos o revistas impresos, cuáles periódicos digitales, a quién escuchar en la radio, a quién ver en la televisión.

“No tienen que llevarse de nadie. Lo que tiene que hacer la gente es escuchar, leer, y luego formarse su propio criterio”, enjuició Lora.

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