santiago.- Si en un lapso de 48 horas las autoridades sanitarias no evacúan a los pacientes y empleados del hospital José María Cabral y Báez, ante el brote de tuberculosis registrado en ese centro, el Sindicato Nacional de Trabajadores de Enfermería (Sinatrae) realizará una huelga indefinida.
La información la ofreció ayer Silvano Geraldino, secretario general de la entidad, durante una rueda de prensa conjunta con las autoridades de salud, donde reiteró que el brote de tuberculosis persiste.
El gremialista dijo que el traslado de los pacientes debe durar hasta tanto se termine la remodelación de ese hospital regional.
Por su parte, el Nelson Rodríguez, director general del Servicio Nacional de Salud (SNS), indicó que solamente se han detectado siete casos positivos de tuberculosis entre el personal médico y paramédico, por lo que pidió a la población no alarmarse.
“Para contagiarse de tuberculosis tiene que haber un contacto directo con una permanencia en el tiempo, y que se mantenga esa relación a menos de un metro de distancia de esa persona”, observó
Indicó además que más de la mitad de los empleados ya fueron evaluados, y que en los próximos días se terminará de hacerles las pruebas a los trabajadores para determinar que no tienen tuberculosis.
Pero mientras se ofrecían las informaciones, médicos residentes y otros empleados se apostaron en el área de administración con bozales, lanzando consignas diciendo que las pruebas no se las habían hecho y que trabajan sin ser vacunarlos.
Sobre la obra en ejecución. El director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe), Francisco Pagán, informó que agilizarán todo lo posible los trabajos de reparación y remozamiento del hospital “para entregarlo lo antes posible”.
Pagán dijo que hasta el momento se han invertido RD$2,000 millones en las labores de remodelación, las cuales incluyen también del terreno, ya que se determinó que había un área del ala este que no soportaba mayor carga de concreto.
“Tuvimos que cavar cuatro metros para poder hacer un vaciado en el ala este y garantizar la seguridad tanto de los pacientes, visitantes y los empleados del Cabral y Báez”, expresó Pagán al destacar que ya fue entregada el ala norte, con las facilidades para instalar unas 114 nuevas camas.
“Con toda responsabilidad he dicho que en las condiciones que encontramos el hospital, que es un modelo de la década del 80 en México, donde colapsaron varios hospitales con el terremoto del 1985, no tengo fecha de entregarlo. Cuando comenzamos a remozarlo nos encontramos con que teníamos que cavar cuatro metros para poder entregar una obra segura”, dijo.