Huelga transportistas cereales en Argentina baja ventas

Huelga transportistas cereales en Argentina baja ventas

BUENOS AIRES (AFP).- La huelga indefinida de empresarios argentinos del transporte de cereales mantenía ayer una fuerte adhesión y amenazaba con perjudicar la venta de la cosecha, que este año proyecta un rendimiento récord de 90 millones de toneladas.

El denominado ‘lock out’ (paralización) patronal -en reclamo de una mejora tarifaria- inició el lunes con el respaldo del sindicalista camionero Hugo Moyano, líder de la peronista Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central obrera que mantiene buenas relaciones con el presidente Néstor Kirchner.

La protesta prevé piquetes y concentraciones de camiones en diversas rutas de la rica y extensa pampa argentina, pero a la vez amenaza con generar fuerte pérdidas para el sector agropecuario, en período de cosechas.

La medida lanzada por la Confederación de Transporte Automotor de Cargas (CATAC) en reclamo de una mejora del 30% en sus tarifas, cumplía la segunda jornada con fuerte adhesión en todo el país, afirmó el máximo dirigente del gremio, Rubén Agugliaro. El líder dijo a la radio que hay “serias dificultades que enfrenta la logística sectorial”, argumentando que “más de 150.000 camiones circulan con una antigüedad superior a los 25 años, sin que se pueda renovar el parque automotor”.

“Lo que se paga por flete es verdaderamente irrisorio”, advirtió Agugliaro, al destacar que los productores agrícolas pagan “entre un 40% y un 50% menos del valor del costo indicativo” al que aspira CATAC.

Los transportistas agremiados, que representan a los propietarios de 150.000 unidades de carga, piden el pago de una tarifa de referencia que para una distancia de 300 kilómetros sea de 65,30 pesos (20 dólares) por tonelada, frente a los 30 pesos que se abonan en la actualidad.

En Argentina, el 85% de la producción de granos es transportada en camiones. Otras dos organizaciones que nuclean propietarios de camiones no adhirieron a la protesta, promoviendo en cambio una salida negociada.

El lunes, en el primer día de la huelga, unos 1.400 camiones de carga —la mitad de lo habitual— llegaron al puerto de Rosario (310 km al norte), en la provincia de Santa Fe (centro-este), de donde salen el 70% de las exportaciones de granos de Argentina.

La protesta también afectaba a otros puertos bonaerenses, como el de Quequén (550 km al sur) y Bahía Blanca (685 km al sur), por los que pasan en particular los embarques de trigo.

Cada día de demora de un barco en el puerto implica unos 50.000 dólares, advirtieron preocupados exportadores.

Pero los más damnificados serían los productores debido a que comenzaron la cosecha de maíz y girasol y próximamente la de la soja, y se estima que se necesitarán unos 2,3 millones de viajes de camión para movilizar toda la producción, según fuentes del sector.

Se prevé que el transporte de maíz llegará al récord de 22 millones de toneladas, con un aumento de 12% respecto a la campaña anterior.

Cada año unos 67 millones de toneladas de granos son transportados en camión hacia los puertos o centros de acopio de todo el país, según estimaciones de cámaras empresariales.

Las ventas externas de cereales, granos y aceites podrían representar este año un elevado porcentaje dentro de las exportaciones globales proyectadas en unos 50.000 millones de dólares.

La recolección de la soja, el principal producto de exportación de Argentina, reportó unos 8.860 millones de dólares por ventas al exterior el año pasado, en forma de harina, aceite y porotos.

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