Jonathan David Méndez Pérez
Aprendió el alfabeto, a pintar y los colores, antes de hablar. Desde el año y tres meses pinta, y hasta ahora reconoce los nombres y las obras de 90 pintores de arte universal, aseguran sus padres.
Como bendecido por los dioses o simplemente las huellas del arte, más allá del tiempo y la lógica, y una musa juguetona que anidaron de forma milagrosa en su ser, el pequeño Jonathan David Méndez Pérez, a sus tres años de edad, es todo un artista del pincel. Al principio, sus padres Yanet Pérez y Pedro Pablo Méndez pensaban que eso era cosas de niños, pero al pasar el tiempo, sorprendidos por la destreza de su amado Jonathan David, se convencieron de que la pintura era en serio.
Tal vez, Jonathan David ha sido el artista más joven del mundo en presentar su primera exposición individual: Huellas de mi infancia. Allí, el genio pintor dio rienda suelta a su imaginación creadora plasmada en acrílico sobre tela. Esta muestra pictórica, presentada en el Museo Infantil Trampolín, estuvo conformada por 30 obras con diversos contrastes de colores, donde predominaron los fondos blancos con pinceladas de rojo, azul, verde y amarillo, con tonos profundos grises en algunas pinturas.
Para el artista y crítico de arte Fernando Ureña Rib, Jonathan David es considerado el Pequeño Mozart del Arte Contemporáneo, por su sorprendente ingenio y creatividad. En tanto que para Hamlet Rubio, pintor, crítico e intelectual dominicano, al ver la destreza del niño pintor, considera que indudablemente el pequeño es un fenómeno del arte pictórico. Así, sin proponérselo, sin presiones ni preocupaciones, trascurre la infancia de Jonathan David, quien a su paso deja sus firmes huellas entre pinceladas y colores, salpicados de la inocencia de quien simplemente juega a ser feliz.