Huevos de codorniz

Huevos de codorniz

El huevo de codorniz posee 15,6 miligramos de proteína por cada gramo de yema: en el de gallina esa relación es de 12,8; tiene casi el doble de sales minerales y la digestibilidad es del 96 al 98 por ciento, o sea, se asimila casi totalmente.

En volumen, cuatro huevos de codorniz equivalen a uno de gallina, pues su peso oscila entre 10 y 12 gramos

Un huevo de codorniz tiene las mismas propiedades nutricionales que 100 gramos de leche.

– Recomendado para dietas de personas que padecen arteriosclerosis y con deficiencia de hierro.

– Reconstituyente natural por excelencia de las funciones vitales.

– Propiedades antialérgicas y afrodisíacas.

– La presencia de Omega 3 es recomendable en las dietas anticolesterol

Los huevos de codorniz son caracterizados por su tamaño y el patrón de colores de marrón o azul oscuro a blanco o crema. Un huevo de codorniz pesa entre 6 a 16 gr., con peso promedio de 10 gr., esto representa el 8% del peso del cuerpo de la codorniz.

Entre las cualidades que se le atribuyen al huevo de codorniz podemos mencionar las siguientes:

–  En niños y ancianos aporta elementos esenciales, ayuda a combatir el raquitismo y deficiencias en el crecimiento (niños en desarrollo)

–  Rico en vitaminas A, B, C, D, E y rico en minerales (hierro)

– Bajo en colesterol (el huevo de codorniz tiene 0.7% de colesterol y el de la gallina 7.0%)

Componentes nutricionales por cantidad:

Energía 108 calorías; agua 74.6%; proteína 13.1%; grasa 1.1%; calcio 0.59 mg; fósforo 220 mg; hierro 3.8 mg; vitamina A 0.12 mg;  vitamina B2 0.85 mg; ácido nicotínico 0.1 mg.

Dentro de una dieta rica en proteínas el huevo de codorniz es un excelente complemento, bajo en colesterol y con propiedades que lo hacen un alimento saludable para deportistas de alto rendimiento.

Así que ya sabe, incluya en su dieta estos ricos y nutritivos huevitos y goce de sus beneficios a la salud.

La clave

1 . De fácil preparación y rápida digestión

Estas dos cualidades se suman a los aportes nutricionales del huevo de codorniz; el sabor es más suave que el de gallina; además se puede consumir en guisos, hervidos, revueltos, en tortilla y escarfados. Es especialmente preferido por los niños, pues su tamaño,  les facilita la ingesta, de tan sólo  un bocado.

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