Huevos, ricos y baratos

Huevos, ricos y baratos

Los huevos constituyen un alimento habitual, muy rico en proteínas y de fácil digestión, son el componente principal de múltiples recetas tanto para platos dulces, como  salados.

Los más consumidos, con gran diferencia, son los de gallina y los de pato; también se consumen los huevos de codorniz que son muy pequeños, bien como exquisitez gastronómica o para niños pequeños. Los huevos se pueden consumir solo, aunque en nuestro país suele ser acompañado con víveres, pan y para los que gustan, hasta con arroz. Pero, en otros lugares es común que estos sean consumidos solos.

En cuanto a la forma de prepararlos, estos se pueden hacer fritos en aceite de oliva o en otros aceites vegetales aptos para el consumo humano; a la plancha, especialmente en superficies de teflón o similares; en tortillas, ya sea a la francesa o a la japonesa tamagoyaki. También, están los revueltos, que viene a ser como la tortilla pero sin forma; el huevo duro, que es el que es cocido con la cáscara durante más de 10 minutos; los blandos, los cuales son cocidos como los duros pero con la yema blanda; los huevos pasados por agua, cocidos con cáscara menos de 5 minutos; escalfados, cocidos en caldo o agua, con vinagre o jugo de limón en el agua para facilitar la coagulación y sin cáscara. Otra forma de consumirlos son al cocotte, que es hacerlo en el horno sin cáscara, los mollets, los que son ligeramente cocido; tibios o crudos, este último no es muy recomendable, pero hay para todos los gustos.

Pero este alimento también es utilizado como ingrediente complementario para elaborar otros platos, como son los bizcochos, soufflé, flanes,  panqueques, entre otros.

     Los huevos son una fuente barata y rica de proteínas, y en casi todas sus preparaciones son muy digestivos, también son ricos en vitaminas, aunque carecen de la vitamina c y de minerales esenciales.

Existe un punto que siempre va en contra el consumo de huevo, y es con relación a su contenido en colesterol, que es alto; lo que en algunas personas  puede producir hipercolesterolemia. Sin embargo, la yema del huevo es rica también en fosfolípidos, en especial fosfatidilcolina o lecitina que por esterificación y sustitución limpiaría del riesgoso  colesterol malo (LDL). Por lo que se recomienda no consumir más de dos huevos al día ni más de diez a la semana.

Verifique su buen estado

Para saber sí un huevo se encuentra en buen estado se requiere hacer una prueba sencilla: en un vaso casi lleno de agua, agregue un puñado de sal y remueva, hasta disolverla; después introduzca el huevo, si se hunde, está fresco, si se pone a medio vaso tiene unos días, pero si flota, tírelo, pues está en mal estado.

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