Hugo Chávez causa a Washington un dolor de cabeza a escala mundial

Hugo Chávez causa a Washington un dolor de cabeza a escala mundial

Ataca la globalización, pero pocos líderes políticos son más globales que el peripatético izquierdista Hugo Chávez, el presidente de Venezuela, que el fin de semana regresó de su segundo viaje de 10 días en menos de seis semanas. Pekín o Luanda, La Habana o Damasco -y hasta, ocasionalmente, en Caracas- la batalla, y el enemigo es idéntico para el hombre que ha prometido “salvar al mundo” del capitalismo y la democracia liberal.

Aunque una elección presidencial está a solo tres meses y el señor Chávez está haciendo campaña por un nuevo período de seis años, ha dedicado más tiempo a ganar un asiento para Venezuela en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas. Su adversario, alega, es el mismo en ambos casos: el hombre que él ahora llama “el diablo”.

“Hay solo dos candidatos [en las elecciones de diciembre]”, dijo a sus partidarios en una manifestación electoral el viernes: “Hugo Chávez y George `El Diablo´ Bush”.

Si la oposición quisiera demostrar que no son “lacayos del imperialismo”, añadió, solo tendrían una opción: unirse a la revolución.

Washington está buscando el respaldo a Guatemala para el asiento no permanente en el CS, que dejará vacío Argentina el mes próximo. Sus preocupaciones no son solo regionales. El señor Chávez, para quien América Latina es un escenario demasiado pequeño, ahora es un dolor de cabeza a escala mundial.

Visitó Irán en julio, y prometió apoyo incondicional al gobierno de Mahmoud Ahmadi-Nejad, quien está desafiando los llamados del Consejo de Seguridad para suspender su programa nuclear. También retiró su representante diplomático de Tel Aviv y amenazó con cortar las relaciones con Israel, comparando los bombardeos al Líbano con el Holocausto.

El resultado, dice el analista político Alberto Garrido, es que el conflicto del Oriente Medio ha sido introducido en América Latina, y Venezuela -que tradicionalmente se había mantenido neutral- está ahora “involucrada directamente”.

Hay una distinción, dicen comentaristas, entre las alianzas que el señor Chávez ha forjado con países como Siria, Irán y Cuba, que comparten su objetivo de crear un frente anti-Estados Unidos, y los de Rusia y China -aunque todos parecen dispuestos a votar por él en la ONU.

De acuerdo con Elie Habalian, el ex regulador por Venezuela en la junta directiva de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y un especialista en la geopolítica del petróleo, China y Rusia son “pragmáticos”; toman lo que les gusta de Chávez y descartan lo que no les conviene”.

Rusia le ha vendido armas a Venezuela, incluyendo 24 “jets” Sujoi 30, más de 50 helicópteros y 100,000 fusiles de asalto. Pero el presidente Vladimir Putin recalcó, durante la visita del señor Chávez a Moscú en julio, que la medida no implica una alianza contra EEUU.

Los chinos se están beneficiando del acceso privilegiado a las reservas de petróleo y gas del país, y con negocios relacionados con la construcción de plataformas de perforación y super-tanqueros.

En Pekín, el ministro de Energía de Venezuela, Rafael Ramírez, anunció la semana pasada que en 2010 el país suministrará 500,000 barriles diarios de petróleo a China (un aumento de los 150,000 b/d actuales) y que los negocios conjuntos en el sector de la energía de Venezuela se espera que lleguen a US$5 millardos. Pero los chinos, también, se han mantenido al margen de la campaña ant-Washington del señor Chávez.

Desde Siria hasta Irán, por otra parte, han llegado declaraciones explícitas de apoyo, y reconocimiento del status del señor Chávez como un líder mundial. En Damasco, el señor Chávez y el presidente Bashir Assad firmaron una declaración conjunta declarándose a sí mismos “firmemente unidos contra la agresión imperialista y las intenciones hegemónicas del imperio norteamericano”.

Siria, Cuba y Venezuela fueron los únicos tres países  que votaron en la Autoridad Internacional de Energía Atómica (IAEA) contra el envío del programa nuclear de Irán al Consejo de Seguridad.

El señor Chávez dijo a líderes civiles y militares de su “revolución bolivariana”, a finales de 2004, que Venezuela emplearía “todas las estrategias posibles” contra EEUU, desde “una defensa móvil contra el gigante, para atacar”, aunque añadió de inmediato, como chiste, que “no se prevé una invasión a EEUU, por tanto, no anoten eso, por ahora”.

Aparte de su preocupación porque el señor Chávez pudiera hacer imposible el consenso en el Consejo de Seguridad, Washington tiene igualmente una preocupación por la energía: Irán y Venezuela juntos producen más de seis millones de barriles de petróleo al día, y ambos han amenazado con interrumpir las exportaciones, si son atacados.

El señor Habalian califica el plan del señor Chávez de dirigir una alianza global anti-norteamericana de excesivamente ambiciosa, alegando que al respaldar a Irán, por ejemplo, “pone en su contra la totalidad del mundo árabe moderado”. “Sin embargo, espera que Venezuela continúe utilizando el arma del petróleo “para ganar aliados y neutralizar adversarios potenciales”.

VERSION IVAN PEREZ CARRION

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